¿En qué consisten la economía y el consumo colaborativo?

Los conceptos de economía colaborativa en general, y de consumo colaborativo en particular, adquieren en estos últimos tiempos una importancia cada vez mayor desde los puntos de vista económico, social y cultural, e introducen nuevas pautas de consumo entre la población.

Economía Colaborativa

El concepto de Economía Colaborativa se basa en el intercambio entre particulares de bienes y servicios que permanecían sin utilizar o con poco uso a cambio de una compensación pactada entre ambas partes.

La proliferación creciente de este tipo de economía se debe interpretar como el resultado de una situación en la que influyen múltiples factores:

  • Económicos. Derivados fundamentalmente de la crisis financiera en la que la sociedad mundial se encuentra inmersa.
  • Tecnológicos. Derivados de la presencia de Internet, las redes sociales, los dispositivos móviles inteligentes y las aplicaciones para dichos dispositivos, que han propiciado que surjan nuevos modelos de consumo. Una característica esencial de la tecnología es que su evolución es continua e imparable.
  • Culturales. Derivados de la aparición de una nueva cultura basada en la sostenibilidad en detrimento de una cultura basada en el consumismo desmedido e irracional.
  • Medioambientales. Íntimamente relacionados con los factores anteriores. La economía colaborativa y, en particular el consumo colaborativo, suponen un consumo que agota la utilización de los bienes hasta el final de su vida útil, frente a un consumo tradicional que los desecha antes de que la hayan finalizado.

El nuevo modelo de prestación de servicios que se abre con la economía colaborativa encuentra en el desarrollo de las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) los hitos determinantes para su aplicación, siendo sus principales características:

  • La utilización de Internet como principal medio para conectar la oferta y demanda de productos y servicios.
  • La utilización de plataformas virtuales que posibilita una gran capacidad de gestión de forma inmediata y a bajo coste.
  • La utilización de dispositivos móviles como medio de acceso a las mencionadas plataformas.

Son conceptos clave a la hora de entender la economía colaborativa: el consumo colaborativo y el conocimiento abierto.

Consumo Colaborativo

Expresión que se encuentra enmarcada dentro de la economía colaborativa y que, en esencia, se basa en compartir o intercambiar bienes o servicios utilizándose para ello el gran escaparate público que supone Internet.

Las plataformas digitales han permitido que, frente a las formas tradicionales de consumo basadas en el consumismo del usar y tirar, hayan surgido nuevas pautas de consumo basadas en compartir de manera gratuita y sin ánimo de lucro unos determinados bienes o servicios. Por otra parte, han surgido también plataformas con ánimo de lucro que gestionan determinados servicios y que ven en el consumo colaborativo una oportunidad de negocio. En estos casos, la empresa hace de mediadora de encuentro entre la oferta y la demanda.

Frente a una cultura del usar y tirar (íntimamente relacionada con el fenómeno de la obsolescencia programada de productos, por la cual se hacen inservibles de manera prematura, e incluso lo que se viene denominando obsolescencia percibida por la que nos hacen creer que un determinado producto se ha quedado obsoleto); surge la cultura de compartir productos y bienes, lo que favorece su optimización de uso y facilita el acceso a determinadas personas que, de otro modo, no tendrían la oportunidad de hacerlo. Esta nueva cultura utiliza las tecnologías digitales (Internet, redes sociales, dispositivos móviles inteligentes y sus aplicaciones).

Aparecen, por ello, iniciativas  muy variadas como: crowdfunding; grupos de consumo y cooperativas de consumo; bancos de tiempo o conocimiento; plataformas de alojamiento; plataformas de movilidad colaborativa, y un largo etc.

Conocimiento Abierto

Otro importante pilar dentro de la economía colaborativa es el conocido como conocimiento abierto, como iniciativa de colaboración que promueve la difusión abierta del conocimiento y la posibilidad de su reutilización y distribución sin trabas legales, sociales o tecnológicas.

El caso más representativo en este sentido es Wikipedia, una enciclopedia en la red colaborativa y libre (tanto para publicar en ella, como para utilización y consulta).

Principales efectos de los nuevos modelos de utilización de bienes y prestación de servicios

  • Mayor información disponible para la persona consumidora sobre el bien o servicio a consumir. Se posibilita una mejor comparativa de productos similares y una mejor toma de decisiones.
  • Eliminación de entidades o personas intermediarias entre la oferta y la persona que lo demanda, lo cual conlleva una reducción de costes y un aumento de la competitividad.
  • Incremento de la cantidad y de la variedad de la oferta.
  • Se permiten servicios más especializados y se dota de mayor libertad de elección.
  • Mejora la competitividad y eficiencia de la economía ya que se facilita una mayor utilización de los recursos, lo que conlleva también beneficios para el medioambiente.
  • Existe un vacío de regulación normativa en algunos de los ámbitos de la economía colaborativa, que sí están reglados para los sectores de economía tradicional. Esta falta de requisitos normativos puede conllevar una bajada de precios de los servicios ofrecidos a través de la economía colaborativa, lo que puede suponer una ventaja competitiva con respecto a modelos económicos convencionales.

 

Si necesita información en materia de consumo no dude en contactar con nosotros. Le recordamos que estamos a su disposición de forma gratuita vía telefónica, en el número gratuito 900 21 50 80 (horario de atención de lunes a viernes de 8 a 20h y sábados de 8 a 15h excepto festivos nacionales y autonómicos), del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es, así como en nuestros perfiles de redes sociales o a través de esta misma página Web. Y si prefiere un servicio de atención presencial, puede acercarse a alguno de los Servicios Provinciales de Consumo, presentes en todas las capitales de provincia andaluzas

 

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