Consumo Responde advierte que el uso de una tarjeta ‘revolving’ puede llegar a eternizar una deuda

Las tarjetas de crédito revolvente pueden resultar atractivas para las personas consumidoras y usuarias por la facilidad para devolver el dinero en cuotas periódicas y bajas, siempre a cambio de unos intereses muy elevados
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El alza generalizada de los precios ha causado un notable aumento de la contratación de créditos o préstamos entre las personas consumidoras y usuarias, así como de determinados productos, como créditos rápidos o las conocidas tarjetas de crédito revolvente o ‘revolving’.

Consumo Responde remarca que, a la hora de recurrir a este tipo de mecanismos para recibir un dinero extra, no sólo debe tenerse encuentra el endeudamiento que implica, sino que sobre todo se debe prestar especial atención a los intereses, normalmente muy elevados, que lleva aparejada la concesión económica.

Desde Consumo Responde se hace hincapié sobre un producto bancario que se ha extendido en los últimos años, como son las tarjetas ‘revolving’ o de crédito revolvente. Son un tipo de tarjetas de crédito que permiten a la persona consumidora/prestataria aplazar las compras mediante cuotas periódicas –sin tener que abonar la totalidad a fin de mes o en plazo determinado–, cuyo importe podrá elegir y modificar durante la vigencia del oportuno contrato, dentro de los mínimos establecidos por la entidad de crédito.

El principal atractivo del crédito revolvente para las personas consumidoras es la presunta facilidad para devolver el crédito a base de pequeñas mensualidades. Con cada cuota pagada, el crédito disponible de la tarjeta se reconstituye, es decir, que la persona consumidora puede volver a disponer del importe del capital que amortiza en cada cuota.

Deben adoptarse muchas precauciones con las tarjetas ‘revolving’ –también denominadas de pago aplazado o flexible–, puesto que el pago de cuotas periódicas bajas se traduce en intereses muy elevados, que pueden llegar a eternizar la deuda. En este sentido, podría ocurrir que aun cumpliendo con el pago de las cuotas mensuales, no habiendo impagado ninguna, y tras varios años abonando la deuda pendiente, ésta no solo no disminuya sino que aumente.

El límite del crédito se va reponiendo con abonos (pago de recibos periódicos, realización de amortizaciones anticipadas, devoluciones de compras), y los intereses, comisiones y otros gastos generados se financian conjuntamente.

Por otro lado, Consumo Responde se refiere a la Circular 3/2022, de 30 de marzo, del Banco de España, que introduce importantes novedades en el caso específico de las tarjetas ‘revolving’, que entrarán en vigor el próximo 6 de octubre, sobre todo en la información que se brinda a las personas prestatarias, de manera que se le exige a las entidades un ejercicio de transparencia cuando comercialicen este tipo de créditos, que empieza por incluir de manera expresa el término ‘revolving’ cuando se trate de esta modalidad.

La entidad debe ser transparente ofreciendo un “ejemplo representativo del crédito” y ejemplos de financiación, esto es, detallar información básica como: límite del crédito; importe total adeudado; el tipo deudor y la tasa anual equivalente; el plazo de amortización; y la cuota a pagar.

Consumo Responde

Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página www.consumoresponde.es, del correo consumoresponde@juntadeandalucia.es; y de los perfiles de Twitter (@consumoresponde), Facebook (www.facebook.com/consumoresponde) e Instagram (@consumoresponde).

También se puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Salud y Consumo presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.

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