Consumo desarrolla una campaña de inspecciones para controlar el etiquetado y la seguridad de más de 150 productos de puericultura

Se comprobarán biberones, tetinas y otros accesorios para la alimentación líquida, así como chupetes y broches para chupetes

La Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud está llevando a cabo, a través de sus servicios provinciales, una campaña de inspecciones para controlar el etiquetado y la seguridad de más de 150 productos de puericultura, destinados al cuidado de niños y niñas en sus edades más tempranas. En concreto, se están realizando controles sobre artículos para la alimentación líquida, como biberones, tetinas, accesorios como vasos y tazas, así como chupetes y broches para chupetes.

El trabajo del personal de inspección consiste en comprobar que los productos a la venta cumplen con los requisitos básicos y generales de información, controlando su correcto etiquetado, así como en tomar muestras de los mismos para su envío a un laboratorio en el que se realizan controles y análisis para comprobar la seguridad de los artículos a la venta. En total, se realizarán al menos 130 controles de etiquetado, y se analizarán un mínimo de 28 muestras de productos. Las actuaciones se están llevando a cabo en todo el territorio andaluz, prestando especial atención a las tiendas de precio reducido y bazares.

Durante los controles de etiquetado, se comprueba que se puede identificar de forma clara a la empresa responsable del producto, ya sea fabricante o importadora, incluyendo datos como su nombre, domicilio y NIF. Por otra parte, se controla que se incluye el lugar de procedencia u origen del producto, así como que se indican correctamente las instrucciones de uso y mantenimiento y las advertencias de seguridad. En el caso de los biberones fabricados con látex de caucho natural, se debe indicar que existe la posibilidad de que se produzcan reacciones alérgicas.

En el caso de que se detecten irregularidades en los artículos que puedan afectar a la salud o la seguridad de las personas consumidoras, se valora el riesgo y, en su caso, se incluye el producto afectado en la Red de Alerta de Productos de Consumo, un sistema de intercambio rápido de información que funciona a nivel europeo y cuyo objetivo es detectar de la manera más ágil posible artículos inseguros.

Si se detectan irregularidades de tipo informativo, como por ejemplo, que el etiquetado no esté en castellano, se remiten las actuaciones al departamento correspondiente para el inicio de un procedimiento sancionador. Si lo que se detecta es una deficiencia en materia de seguridad del producto, se adoptan medidas cautelares para garantizar la seguridad de las personas consumidoras, que pueden ir desde la inmovilización hasta la destrucción del producto en cuestión, sin perjuicio de que también se sancione a la empresa responsable. La Ley 13/2003 de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía establece sanciones que pueden oscilar entre los 200 y los 60.000 euros para este tipo de irregularidades.

Esta campaña se desarrolla en el marco del Plan de Inspección de Consumo 2017, que comprende un total de 27 campañas dirigidas a garantizar y reforzar la protección de los derechos de las personas consumidoras y asegurar que los productos y servicios que están a la venta cumplen los requisitos de seguridad y calidad que exige la normativa vigente. El desarrollo del Plan supondrá más de 8.000 controles y la toma de aproximadamente 300 muestras en los diferentes establecimientos que se inspeccionen.

En el ámbito de los productos dirigidos a la población infantil, además de esta campaña sobre artículos de puericultura, están en marcha otras campañas destinadas a controlar el correcto etiquetado y la seguridad de juguetes y disfraces. Además, está previsto participar a lo largo del año en otras campañas a nivel nacional para la inspección de bicicletas, patinetes y juguetes de bajo coste.

 

Datos de la campaña del año anterior

En la última campaña realizada en el año 2016 sobre productos de puericultura, se realizaron un total de 143 actuaciones de inspección tras visitar 101 establecimientos en todo el territorio andaluz. En total, 22 de dichas actuaciones dieron actas positivas, es decir, que detectaron algún tipo de irregularidad, lo que supone un 15,4% del total.

Además, se tomaron 30 muestras de productos que fueron remitidas al laboratorio para su análisis, habiéndose detectado hasta la fecha irregularidades en 4 de ellas, lo que supone el 13,3% del total, si bien la mayor parte de los incumplimientos detectados están relacionados con problemas en el etiquetado. El mayor porcentaje de incumplimientos se produjo en relación con la ausencia de información sobre la dirección de la empresa responsable, así como con la ausencia o poca claridad en la información relacionada con las advertencias de seguridad y las instrucciones de uso y mantenimiento.

 

Recomendaciones para la compra de artículos de puericultura

Desde Consumo, se recomienda a la ciudadanía seguir una serie de consejos antes de comprar artículos de puericultura. En primer lugar, se recomienda siempre leer bien la etiqueta y las instrucciones de uso, que deben estar en castellano, y prestar especial atención a los consejos de uso y advertencias de seguridad.

En el caso de los productos destinados a la alimentación líquida, como son los biberones, tetinas y accesorios como vasos y tazas, se recomienda que se utilicen bajo la supervisión de una persona adulta y se recuerda que se debe comprobar siempre la temperatura de los alimentos antes de la toma. En el caso de los biberones de vidrio, se debe tener en cuenta que existe riesgo de rotura.

Tanto los chupetes como las tetinas deben inspeccionarse cuidadosamente antes de cada uso, especialmente cuando el niño o niña ya tiene dientes. Se debe tirar del mismo en todas las direcciones, y desecharlo al primer signo de deterioro o fragilidad para evitar posibles riesgos de rotura y atragantamiento. Además, si estos productos contienen látex de caucho natural, se debe tener en cuenta que este material puede causar reacciones alérgicas.

Si los artículos contienen piezas de pequeño tamaño, como discos de sellado o tapas protectoras, se deben mantener todos los componentes que no estén en uso fuera del alcance de los niños y niñas. Por otra parte, se recomienda no sujetar nunca cintas, cuerdas o lazos al chupete o al broche para chupetes con el fin de alargarlo, ya que el bebé podría estrangularse con ellas. En esta misma línea, es recomendable que el broche para chupetes no se use cuando el bebé esté en una cuna, cama o moisés, y que no se utilice como juguete o mordedor.

Por otra parte, se recuerda que hay que deshacerse de los plásticos y envoltorios de estos productos, ya que pueden resultar peligrosos: los duros pueden provocar cortes y los blandos pueden causar asfixia.

Por último, la Junta aconseja pedir y conservar siempre el ticket o factura de compra, ya que es necesario para realizar cualquier reclamación o devolución relacionada con el producto. Asimismo, se recomienda, siempre que sea posible, realizar las compras en establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, ya que de esta manera se garantiza que cualquier posible discrepancia pueda quedar resuelta de forma rápida y gratuita. Igualmente, se recuerda que los establecimientos deben disponer de hojas de quejas y reclamaciones a disposición de las personas consumidoras, para lo cual se exhibirá un cartel que informe claramente de su existencia.

Ante cualquier duda o consulta sobre este tema se puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página web www.consumoresponde.es, del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es o del perfil de Twitter @consumoresponde.

También se puede recibir asesoramiento en las delegaciones territoriales de Consumo presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMICs), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.

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