La mayoría de las irregularidades detectadas por Consumo en comercios minoristas se dan porque no ponen a disposición del consumidor el libro de reclamaciones

La campaña de 2011 dedicará un 30% de las inspecciones a establecimientos con alto número de reclamaciones, como locutorios

La Dirección General de Consumo ya tiene los datos de la campaña de inspección de control básico de establecimientos de 2010, una campaña de inspección general que llega a todo tipo de establecimientos en toda Andalucía y que sirve para detectar infracciones y plantear campañas más específicas. De acuerdo con la información recopilada por Consumo, han sido 3.293 las inspecciones, de las que 600, un 19%, fueron positivas, es decir, que arrojaron algún tipo de irregularidad.

Se trata de un protocolo de actuación amparado por el Estatuto de Autonomía de Andalucía y la Ley de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía, por el que la Administración andaluza vela por la exactitud en el peso y medida de los bienes y la correcta prestación de los servicios, el cumplimiento de las normas de calidad en los bienes y servicios ofertados a los consumidores y la legalidad, transparencia y accesibilidad de los precios y condiciones económicas en los establecimientos de venta al público.

Respecto al control llevado a cabo en los establecimientos en general, se han realizado 2.227 actuaciones en 1.940 establecimientos, con un total de 308 actas positivas, lo que supone un porcentaje del 14% (17% en 2009).

En los mercados de abastos, se han realizado 627 actuaciones en 439 establecimientos, con un total de 152 actas positivas, lo que supone un porcentaje del 24% (15% en 2009).

En el control de establecimientos de alimentación, se han realizado 439 actuaciones en 383 establecimientos, con un total de 140 actas positivas, lo que supone un porcentaje del 32% (34% en 2009).

Hasta la fecha, las sanciones impuestas por esta serie de irregularidades ascienden a 95.907 euros a los establecimientos en general, con una media de 694,98 euros, derivados de un total de 138 expedientes sancionadores; en el control de mercado de abastos, 11.200 euros, con una media de 533,33 euros, derivados de un total de 21 expedientes sancionadores, y en el control de establecimientos de alimentación, 124.618 euros, con una media de 1.707,10 euros, de un total de 73 expedientes sancionadores. Así, la cantidad total de sanciones asciende a 231.725 euros.

Las principales irregularidades detectadas en este tipo de comercio minorista son, principalmente, por no poner a disposición del consumidor el libro de reclamaciones; no exponer los precios de los productos en anaqueles, armarios o escaparates; no publicar los precios por unidad; que existan faltas de coincidencia entre lo expuesto y el precio de caja, y problemas con la balanza (sin etiqueta de verificación periódica o fuera de plazo).

Comienzo de la campaña de 2011

La campaña de 2011 tendrá carácter de inspección y se llevará a cabo desde su recepción hasta el 30 de noviembre de este año por personal de los Servicios de Consumo de las Delegaciones Provinciales de Salud. Las inspecciones se realizarán en establecimientos minoristas andaluces y teniendo en cuenta los datos arrojados en la anterior campaña las reclamaciones interpuestas por los consumidores.

Se controlarán aspectos generales porque la idea de esta campaña es que los inspectores tengan presencia en todos los establecimientos de Andalucía. De este modo, se vigilará la existencia de hojas de reclamaciones y de los correspondientes carteles informadores. Además, se hará especial hincapié en la comprobación general de precios, incluyendo la publicidad de los mismos y la información sobre el precio por unidad de medida. Se evaluará también la publicidad que pueda aparecer en folletos.

En grandes superficies y autoservicios se revisarán 15 artículos por establecimiento, comprobando si el precio publicitado se adecua al precio que se marca en caja. Se visitarán, asimismo, establecimientos anexos a otro tipo de servicios, como supermercados de gasolineras, y habrá un especial control de establecimientos que utilicen balanzas.

En caso de que se perciba dificultad de lectura en la información sobre el precio por unidad de medida de los productos, ya sea por omisión, tamaño de letra, ocultación, u otra causa, la citada actuación podrá considerarse como incumplimiento en cuanto a la presentación del precio, por lo que se procederá a levantar acta y remitir las actuaciones a al Departamento pertinente para el inicio del correspondiente expediente sancionador.

Se realizarán al menos un 30% de las actuaciones en barrios o zonas donde pueda encontrarse una mayor población inmigrante, inspeccionando establecimientos que presten servicios a esta población, tales como los locutorios y centros de envío de remesas de dinero, en los que se hace necesario el efectivo control por parte de los Servicios de Consumo.

El 60% de las actuaciones inspectoras estarán dirigidas a comercios o establecimientos que dispongan de escaparate expositor de productos, para la revisión de la indicación de precios en los mismos. En este sentido, se considera especialmente relevante la infracción debida a esta causa, y se derivará por ello el expediente directamente a procedimiento sancionador.

El número de inspecciones propuesto es de 1.850 –aunque, como en 2010, el número de controles podría llegar a casi las 3.500- en toda la Comunidad Autónoma, quedando distribuidas, por provincias, de la siguiente manera: Almería (169), Cádiz (206), Córdoba (206), Granada (300), Huelva (90), Jaén (235), Málaga (290) y Sevilla (354).

Recomendaciones para el consumidor

La Dirección General de Consumo recomienda al consumidor que revise los precios de los productos que vaya a adquirir. Todos ellos deben estar indicados de forma final y completa, incluyendo cualquier tipo de impuestos.

Al final de la compra deben entregarle una factura o ticket de compra. No olvide repasar los precios de cada producto adquirido, a veces (no es lo habitual), lo anunciado o marcado en la etiqueta no corresponde con lo que se cobra realmente.

Compare los precios por unidad de medida, ello le dará una idea de cuál es el más económico para el mismo producto en diferentes formatos. Las indicaciones deben de estar referidas al kilo, metro, litro, metro cuadrado, docena, unidad...

Compruebe que el embalaje del producto se encuentra íntegro (no deteriorado) si estuviera envasado, o su buen aspecto, en caso contrario.

En productos refrigerados o congelados, confirme que la temperatura de los armarios es la correcta para ese tipo de productos (indicado en cada etiqueta), y en los congelados que los mismos no sobresalen de la línea de llenado.

Si el establecimiento dispone de balanzas, vigile que ésta tenga una etiqueta adhesiva de la Junta de Andalucía en vigor, pues ésta acredita que está verificada y funciona correctamente. Además, esté atento para que no se manipulen las balanzas de forma anormal al pesar sus productos.

Por último, ante cualquier discrepancia, pida la hoja de reclamaciones para manifestar su disconformidad y exigir sus derechos. Si en 10 días hábiles desde su presentación no ha recibido respuesta o ésta no ha sido satisfactoria, puede tramitarla a través de las OMIC, o de los Servicios Provinciales de Consumo.

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