La red de alerta nacional publica la marca y los modelos notificados por Consumo al tener una alta tasa de dimetilfumarato

Son dos modelos de invierno de la marca GEOX de temporadas pasadas que han sido retirados del mercado

El Instituto Nacional de Consumo publica en su red de alerta, accesible en internet, los dos modelos de zapatos que estaban contaminados con dimetilfumarato y que fueron notificados por la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud. Se trata de dos modelos de invierno de la marca GEOX, en concreto el D7308G 04302 C9999 y el D8321C 066EG C6255 uno de la colección de 2007 y otro de 2008.

La empresa, con sede en Italia y con su oficinal principal en España en Barcelona, ha mostrado su disponibilidad a colaborar con las autoridades de Consumo para retirar todo el producto que pudiera quedar en el mercado. Andalucía, una vez comprobada la incidencia, ordenó la inmovilización de la mercancía a través de todos los servicios provinciales de Consumo aunque, al tratarse de un par de temporadas pasadas apenas había existencias en los comercios.

Los análisis de las muestras tomadas determinaron que los modelos afectados contenían cantidades de esta sustancia superiores a lo permitido por ley que es de 0’1 mg/kg. Los productos se han localizado tras la denuncia de un consumidor en Córdoba que había sufrido una reacción alérgica cutánea.

El dimetilfumarato es un compuesto químico que se utiliza como fungicida pero que puede causar reacciones alérgicas a ciertas personas, como picor, enrojecimiento de la piel, erupciones, quemaduras y eczemas.

El dimetilfumarato se presenta, habitualmente, como unas bolitas con apariencia blanca y cristalina. Al sustituir la función del gel de sílice, como inhibidor del moho en los calzados, su presentación viene de la misma forma en bolsitas. Este antihongos se evapora fácilmente y puede extenderse por todo el zapato aunque no tiene porqué causar problemas; incluso tiene un uso médico en el tratamiento de la psoriasis.

El tratamiento médico es únicamente sintomático y depende del grado de afectación. Pueden prescribirse corticoides para reducir la inflamación, antihistamínicos para contrarrestar la reacción alérgica y antibióticos para prevenir una posible infección en la piel.

Ante cualquier síntoma, la Consejería de Salud recomienda dejar de utilizar el calzado, acudir al médico y poner el hecho en conocimiento de las autoridades de Consumo. Para cualquier reclamación es aconsejable guardar el ticket de compra, la caja o incluso las propias bolsitas para documentar esa queja, así como el parte médico en el que se indique la lesión y el tratamiento.

Antes de adquirir cualquier calzado, es conveniente observar si la caja de los zapatos contiene las bolsitas desecantes correctas, de gel de sílice. También se recomienda consultar la lista de la red de alerta. La lista de productos notificados en España, pueden consultarse en: http://www.consumo-inc.es/Seguridad/Notificaciones_Alertas_CCAA.htm.

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