Desde el 1 de septiembre de 2018 ya no se pueden comercializar bombillas halógenas

Desde el 1 de septiembre de 2018 ya no se podrán poner en el mercado las bombillas halógenas. Se trata de una medida de eficiencia energética a nivel de la Unión Europea iniciada ya en 2009 con la eliminación de ciertas lámparas incandescentes, continuada en 2012 con la eliminación de todas las lámparas incandescentes y en 2016 con la eliminación de las lámparas halógenas direccionales.
Bombilla

Teniendo en cuenta el calendario de eliminación progresiva del mercado de los sistemas de iluminación más ineficientes, desde el 1 de septiembre de 2018 ya no se pueden poner en el mercado bombillas halógenas.

El proceso de sucesiva eliminación de las lámparas más ineficaces se inició con la eliminación de la incandescencia allá por 2009 y 2012 (dependiendo de la potencia de las mismas) y continuó en septiembre de 2016 con la eliminación de las lámparas halógenas direccionales (cuentan con un reflector y dirigen la luz hacia delante).

El objetivo perseguido por esta medida es la sustitución de las lámparas menos eficientes por otras de mayor eficiencia y de mejores prestaciones lumínicas de cara a la persona consumidora. Todo ello influye en un mayor ahorro de consumo eléctrico y redunda en una menor quema de combustibles fósiles y la consiguiente menor emisión de gases de efecto invernadero.

¿Cuáles son las alternativas?

En lugar de las lámparas halógenas, las personas consumidoras podrán hacer uso de la más eficiente tecnología LED. La iluminación de tipo LED presenta una serie de ventajas con respecto a las bombillas tradicionales, entre otras:

  • Presentan un bajo consumo energético. Son energéticamente más eficientes.
  • Presentan una vida útil bastante más larga.
  • Aún siendo más caras, la inversión realizada en ellas se amortiza en poco tiempo dada su mayor durabilidad.
  • Presentan menores costes de mantenimiento y sustitución.
  • Suponen un importante descenso en las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Asimismo, se cuenta con las lámparas compactas fluorescentes o de bajo consumo, si bien son menos eficientes que las de tipo LED.

 

Desde la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud y Consumo, se recomienda adquirir las lámparas o bombillas en comercios seguros y con las debidas garantías. Se recomienda encarecidamente adquirir los productos con el debido etiquetado fácilmente legible y en castellano. En dicho etiquetado:

  • Se ha de informar sobre el gasto energético y ciclo vital medio.
  • Debe venir claramente identificada la empresa responsable del producto y el lugar de origen del mismo o la entidad que importe dicho producto si procede de fuera de la unión Europea.
  • En el embalaje de las bombillas debe aparecer el marcado de seguridad CE y el símbolo que indica la recogida selectiva para aparatos eléctricos y electrónicos.

 

Si necesita información o asesoramiento en materia de consumo no dude en contactar con nosotros. Le recordamos que estamos a su disposición de forma gratuita y continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es, así como en nuestros perfiles de redes sociales o a través de esta misma página Web. Y si prefiere un servicio de atención presencial, puede acercarse a alguno de los Servicios Provinciales de Consumo, presentes en todas las capitales de provincia andaluzas.

 

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