Consumo inspecciona alimentos 'nutricionales y saludables' para comprobar si cumplen las cualidades que anuncian

La campaña, de ámbito nacional, pretende asegurar que se comercializan sólo los incluidos en la lista de la UE, basada en informes científicos

 

Los servicios de Consumo de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales están llevando a cabo, durante abril y mayo, una campaña de inspección de alimentos con declaraciones nutricionales y propiedades saludables, según indican en sus etiquetas. Con esta campaña se pretende comprobar el cumplimiento de la normativa de estos productos y si realmente tienen las propiedades que indican. Del mismo modo, se comprueba si están incluidos en la lista de las 222 declaraciones saludables aprobadas por la Comisión europea en mayo de 2012.

 

La citada lista se elaboró basándose en informes científicos sobre las declaraciones de propiedades saludables y de reducción de riesgo de enfermedad, así como aquellos que contribuyen al desarrollo y la salud de los menores. El objetivo es evitar declaraciones engañosas, sin fundamento científico, dado que en los últimos años estas indicaciones se han convertido en un reclamo publicitario para llamar la atención de las personas consumidoras preocupadas por su bienestar.

 

La Unión Europea concedió un plazo hasta finales de 2012 para proceder a la retirada de los productos que no estuvieran incluidos en dicho listado. Éste es también uno de los objetivos de la campaña, de ámbito nacional, con el fin de evitar la comercialización de productos que aún no están incorporados al citado listado, que puede consultarse en la dirección http://www.aesan.msc.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/detalle/registro_comunitario_declaraciones.shtml

 

Para ello, los servicios provinciales de Consumo de la Junta en Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla realizarán un total de 120 controles (90 de etiquetado y 30 tomas de muestras), que se remitirán para su análisis al Laboratorio del Centro de Investigación del Control y la Calidad del Instituto Nacional de Consumo.

 

Datos de la campaña de inspección del año 2012

 

En el ejercicio pasado, por parte de la Secretaría General de Consumo, ya se realizó un control sobre este tipo de productos, precisamente con motivo de la publicación de la nueva normativa europea y la finalización del plazo previsto para la adecuación de los productos alimenticios a la misma.

 

En total, se visitaron 13 establecimientos y se hicieron 44 controles de los que 28 resultaron positivos (un 63% de incumplimientos). Los alimentos que se controlaron fueron productos lácteos, harina y derivados, y dietéticos especiales.

 

Uno de los principales incumplimientos detectados, en 16 casos (51% del total), es que la declaración saludable del etiquetado no está incluida en la lista autorizada por la Unión Europea. Asimismo, en el 59% de los casos la declaración saludable del etiquetado no respeta las condiciones de uso establecidas en el anexo del Reglamento comunitario 432/2012.

 

Recomendaciones

 

Ante la compra de un producto alimenticio, la Secretaría General de Consumo recomienda leer bien el etiquetado y consumir únicamente productos de procedencia conocida, prestando especial atención a las fechas de elaboración y/o vencimiento de los alimentos envasados. Igualmente, se aconseja verificar el precintado de los envases y su integridad, descartando los que estén abiertos o presenten abolladuras, entre otros aspectos.

 

Del mismo modo, debe comprobarse la fecha de duración mínima o la de caducidad, que deben llevar casi todos los productos alimenticios. La primera debe especificarse en los productos alimenticios en general y, la segunda, en los productos microbiológicamente muy perecederos.

 

También es importante verificar el lote del producto, puesto que sirve para identificar todo el conjunto de unidades de venta que ha sido producido, fabricado o envasado en circunstancias prácticamente idénticas. El número de lote es de gran importancia para poder eliminar el resto de los productos de una partida que se encuentre en mal estado.

 

Por último, si el producto presenta propiedades nutritivas está obligado a indicarlo de forma expresa en la correspondiente etiqueta.

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