La Dirección General de Consumo dedica el día Mundial del Consumidor a los Menores como consumidores vulnerables

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía subraya que la formación e información ayuda a las personas consumidoras y usuarias a empoderarse para que puedan adoptar juicios críticos, reflexivos y responsables

La Dirección General de Consumo ha dedicado este año el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores a las personas menores y adolescentes como consumidores vulnerables. La juventud y la adolescencia son un grupo muy específico de consumidores que son dignos de una especial protección, especialmente en un ámbito en el que se pueden encontrar tan desprotegidos como en el ciberespacio y en las Redes Sociales donde la interactuación con agentes que en muchos casos desconocemos hace que los menores sean especialmente vulnerables incluso aunque crean que manejan bien internet.

El concepto de que son consumidores vulnerables sólo aquellos que están afectados por una característica intrínseca que les disminuye la capacidad está superado. La Ley actual de consumidores y usuarios es mucho más amplia en cuanto a este concepto puesto que define al consumidor vulnerable en situaciones concretas. Así, además de las características físicas, personales y concretas de una persona consumidora, hay otras muchas eventos accidentales que hacen que los consumidores y las consumidoras sean calificados como vulnerables.

"La mayor vulnerabilidad que hay es la desinformación". Así lo resalta la directora general de Consumo, Milagros de Borbón, quien matiza que "no debemos entender la vulnerabilidad únicamente en términos económicos, como por ejemplo las personas o familias con escasos recursos, que pueden acogerse a ayudas públicas en ámbitos esenciales como los suministros básicos, como el bono social, sino en toda su amplitud".

Como expresa Milagros de Borbón, "la ley es muy amplia cuando se trata el concepto de consumidor vulnerable. En el ámbito del consumo, existen colectivos que son especialmente vulnerables, como pueden ser los niños y las niñas, las personas mayores o las que padecen algún tipo de discapacidad".

De Borbón recalca que "todos podemos ser consumidores vulnerables, no es una realidad inamovible, sino que podemos vivir esas situaciones de vulnerabilidad de forma temporal en muchos aspectos: porque no conozcas el idioma, por un accidente que hayamos sufrido, por una controversia específica de consumo, etc.".

Por ello, la directora general de Consumo subraya que para la Junta de Andalucía y su Dirección General de Consumo, se apuesta especialmente por transmitir esa información que ayude a las personas consumidoras y usuarias a formarse, a empoderarse, para que puedan adoptar juicios críticos, reflexivos y responsables".

Las actividades y campañas promovidas por la Junta de Andalucía por el Día de los Derechos de los Consumidores han incidido en la información y formación de las personas consumidoras, como la campaña 'La semana de Juan' en las redes sociales de Consumo Responde, o el webinar 'Menores ciberconsumidores. Derechos y educación en consumo responsable', organizado de la mano del Consejo Escolar de Andalucía.

Milagros de Borbón se ha referido específicamente al problema de la “falta de alfabetización digital”, que conduce en la mayoría de los casos a una “inadecuada utilización de las nuevas tecnologías por parte de los niños y las niñas (dispositivos móviles, internet, redes sociales, videojuegos, etc.) y, por ende, a una indefensión como personas consumidoras".

Igualmente, las personas mayores representan un colectivo especialmente vulnerable, ya que, sean nativas digitales o no, se ven inmersas en un entorno digital  donde en muchos casos les es difícil desenvolverse (gestiones bancarias online, compras por internet, contratación de servicios, redes sociales, etc.). De igual manera, las personas mayores sufren una gran indefensión ante posibles casos de abusos, estafas o fraudes, sobre todo en la contratación de servicios, o a través de visitas domiciliarias fraudulentas (por ejemplo, para la revisión de las instalaciones del gas natural o butano).

Esta vulnerabilidad requiere una labor continua de concienciación y de educación en consumo responsable y ciberseguridad, como la que realizan la Dirección General de Consumo y su servicio Consumo Responde a lo largo de todo el año.

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