Las bebidas energéticas

Desde hace unos años, se asiste a un incremento en el consumo de las conocidas como “bebidas energéticas”. Hay que ser especialmente cautos y cautas, dado que el consumo excesivo de este tipo de bebidas, tan de moda últimamente, no está exento de peligro para la salud.
Lata de bebida

De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), no hay una definición acordada de bebida energética, así que en los estudios realizados al respecto por el mencionado organismo se incluyen en su concepto a las bebidas no alcohólicas que contienen cafeína, taurina y/o vitaminas (con frecuencia combinados con otros ingredientes), que son comercializados por sus potenciales efectos estimulantes y energizantes.

Las mal llamadas bebidas energéticas son un tipo de refrescos, muy de moda en la actualidad entre las personas adolescentes, personas deportistas y que, no en pocas ocasiones, se combinan con bebidas alcohólicas; en cuya composición entran a formar parte muy diversos componentes, entre los que destacan grandes cantidades de azúcar y cafeína. Asimismo, puede entrar en su composición el aminoácido taurina, así como otras sustancias como ginseng o guaraná, carbohidratos como la glucoronolactona, vitaminas,…

 

Peligros de las bebidas energéticas con relación a sus principales ingredientes.

  • En primer lugar, hay que destacar las grandes cantidades de azúcar presentes en la composición de este tipo de bebidas. Un consumo excesivo de azúcar está relacionado con aumentos de caries, obesidad o diabetes de tipo II.
  • En segundo lugar, hay que tener en cuenta la cafeína (sustancia estimulante del sistema nervioso central) que entra a formar parte de la composición de este tipo de bebidas. La ingesta excesiva de cafeína se relaciona con problemas de tensión arterial y problemas cardíacos, entre otros trastornos.

 

El consumo combinado de bebidas energéticas con bebidas alcohólicas.

Uno de los principales problemas en torno al consumo de las denominadas bebidas energéticas, es su mezcla con bebidas alcohólicas (práctica especialmente frecuente entre las personas jóvenes). El principal efecto de esta combinación, es que la bebida energética enmascara los efectos depresivos del alcohol sobre el sistema nervioso central (debido a la cafeína), lo cual puede conllevar un aumento de los efectos perniciosos del alcohol (se incrementan, por ejemplo, las posibilidades de sufrir coma etílico). Asimismo, dicha combinación también se relaciona con aumento de la presión arterial, palpitaciones, taquicardia, falta de coordinación, insomnio, etc.

 

No hay que confundir bebida energética con bebida isotónica.

Las bebidas isotónicas no tienen cafeína y, por lo tanto, no son estimulantes. Lo que hacen es reponer el agua, el azúcar y los electrolitos perdidos durante la realización de una determinada actividad deportiva.

 

Recomendaciones a la hora de consumir bebidas energéticas.

  • Sea persona cautelosa a la hora de tomar este tipo de bebidas. Se desaconseja su consumo excesivo o abusivo, dado el riesgo que puede conllevar.
  • No son aconsejables para niños y niñas, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas sensibles a la cafeína, personas con trastornos cardiovasculares o neurológicos, personas con tensión arterial alta y personas con trastornos de ansiedad.
  • Evite la mezcla de este tipo de bebidas con alcohol.
  • No consuma las denominadas “bebidas energéticas” para reponer las pérdidas tras haber realizado una actividad física intensa. Lo mejor es beber simplemente agua o bebidas no alcohólicas diseñadas específicamente para compensar dichas pérdidas, como por ejemplo las denominadas bebidas isotónicas.
  • Antes de consumir una de estas bebidas, lea detalladamente la composición de ingredientes de las mismas. De esta forma, sabrá si hay algún componente al cual tenga usted alergia o intolerancia.
  • Tenga en cuenta posibles trastornos o enfermedades que pudiera tener y su incompatibilidad con el consumo de estas bebidas.
  • Recuerde que las llamadas bebidas energéticas no sustituyen, en ningún caso, a una dieta equilibrada.

 

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