Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea

El desarrollo de la sociedad contemporánea ha llevado al desarrollo de la aviación civil, como una necesidad cada vez más marcada de lo sociedad. A ello se suma la importación del transporte aéreo y los desafíos en seguridad aérea que plantea, de ahí esta Ley.
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Los desafíos que la seguridad aérea plantea han conducido durante los últimos años a complementar nuestra legislación aeronáutica general con la aprobación de nuevas normas. Esta ley establece que un mercado abierto a la competencia entre compañías aéreas como el actual necesita la adaptación de la Autoridad Aeronáutica Civil, que asuma la función de órgano regulador y que vele por la libre competencia entre las diferentes compañías, el acceso de los operadores y de los usuarios a los servicios aeronáuticos, cumpliendo el orden de seguridad general del transporte aéreo.

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