Movilidad sostenible y conducción eficiente

La movilidad a través de los medios de transporte es una de las principales causas de emisión de gases de efecto invernadero, cuyo aumento es debido principalmente a la quema de combustibles fósiles. Con una movilidad sostenible y una conducción eficiente se puede lograr una reducción en la emisión de este tipo de gases.

INDICE DE CONTENIDOS.

La movilidad sostenible.

El concepto general de desarrollo sostenible supone compatibilizar la economía y la vida social con la protección del medioambiente y un uso racional de los recursos naturales. En particular, la movilidad sostenible y responsable a través del transporte supone que se pueda responder a las necesidades básicas del acceso a los mismos por parte de la población y las empresas en condiciones de seguridad, salud e igualdad; de manera asequible y equitativa; con una minimización en la producción de emisiones y residuos; y dando una importancia primordial a la utilización de las energías renovables.

La movilidad responsable y sostenible debe basarse en los que se conoce como pirámide de movilidad. Teniéndose en cuenta la eficiencia energética, aspectos medioambientales, igualdad social, vulnerabilidad, siniestralidad y calidad de vida, se tiene una jerarquía de los diferentes sistemas de movilidad que, desde el más sostenible al menos sostenible son:

  • Desplazamiento a pie.
  • Desplazamiento utilizando la bicicleta.
  • Desplazamiento en transporte público colectivo.
  • Distribución urbana de mercancías.
  • Desplazamiento a través de vehículo compartido.
  • Desplazamiento en vehículo privado a motor.

Desplazamiento a pie.

  • Se trata del tipo de desplazamiento situado en primer lugar de la pirámide de movilidad. Es el desplazamiento de menor impacto medioambiental y el más eficiente.
  • Promueve hábitos de vida saludable y una menor obesidad.

Desplazamiento utilizando la bicicleta.

  • Se trata de un medio de transporte dispuesto en segundo lugar dentro de la pirámide de movilidad.
  • Es un medio de transporte eficiente, económico y medioambientalmente sostenible, siendo muy adecuada su utilización para distancias de entre 8 y 10 kilómetros.

Desplazamiento a través de medios de transporte público colectivo.

  • Se dispone en tercer lugar dentro de la pirámide de movilidad. Se trata de autobuses, autocares, metro, ferrocarril, tranvía, etc.
  • Es más eficiente, tiene menos emisiones contaminantes y es más económico que los vehículos privados.

Distribución urbana de mercancías.

  • Se trata del tipo de transporte que se encuentra en el cuarto lugar dentro de la pirámide de movilidad.
  • Es un tipo de transporte para bienes y servicios relacionados con la actividad económica de la sociedad.

Desplazamiento a través de vehículo compartido.

  • Es el penúltimo nivel de la pirámide de movilidad, que conlleva una reducción del consumo y emisiones equivalente al número de personas que comparten el vehículo

Desplazamiento en vehículo privado a motor.

  • Se trata del medio de transporte menos eficiente, económico y sostenible y, por ello, ocupa el último nivel dentro de la pirámide de movilidad.
  • Como alternativa a este tipo de vehículo, todo pasa por racionalizar su utilización, así como por utilizar vehículos eficientes y de bajas emisiones. 

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Pasos para conseguir una movilidad más sostenible.

De acuerdo con lo indicado en la web de la Agencia Andaluza de la Energía, los efectos perniciosos de la masiva utilización de los vehículos que ocupan el último nivel o escalón de la pirámide de movilidad, es decir, los vehículos privados a motor, pueden reducirse a través de una serie de medidas:

  • El desplazamiento alternativo a pie, en bicicleta, u otros medios de similar bajo impacto en las emisiones contaminantes.
  • La utilización del transporte público colectivo de personas viajeras (tren, tranvía, autobús, metro, etc.).
  • La utilización de vehículos de manera compartida con otras personas.
  • Apostar por los vehículos eficientes o de menores o bajas emisiones. Es decir, la utilización de vehículos que utilicen combustibles alternativos (electricidad, biocombustibles, gas natural o los gases licuados del petróleo). De este modo, se ahorra combustible, se reduce la contaminación, se reduce el ruido, se apuesta por tecnologías alternativas a las convencionales (gasóleo y gasolina), etc.
  • Conducir los vehículos a motor de manera eficiente.

Por lo tanto, a grandes rasgos la consecución de una movilidad sostenible y responsable pasa por:

  • La racionalización y reducción del uso de los vehículos a motor que utilicen combustibles fósiles.
  • La utilización de vehículos más eficientes desde el punto de vista medioambiental.
  • Una conducción eficiente.

Además, a la hora de adquirir un vehículo es muy recomendable pensar muy bien para qué necesitamos el vehículo realmente, fijándonos especialmente en el consumo de combustible y en las emisiones al medioambiente. Para ello, la persona consumidora:

•    Puede consultar la etiqueta de calificación energética del vehículo sobre el consumo de combustible y emisiones de CO2.
•    Debe saber que existen unos distintivos medioambientales

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La utilización de vehículos más eficientes.

Se trata de los vehículos eléctricos, así como los propulsados por gas natural, biocombustibles y gases licuados del petróleo.

Vehículos eléctricos.

Son vehículos propulsados por la electricidad con una serie de ventajas, entre otras, la menor o no emisión de gases de combustión, así como una mayor eficiencia y ser silenciosos.

Considerando el actual sistema eléctrico, la recarga óptima de un vehículo eléctrico es la realizada en periodo nocturno.

La web de la Agencia Andaluza de la Energía recoge varios tipos de vehículos eléctricos:

Vehículo eléctrico de baterías (Battery Electric Vehicle o BEV):

  • Se trata de un vehículo de cero emisiones basado en un sistema que es totalmente eléctrico.
  • Está propulsado con motores eléctricos que se alimentan por baterías recargables en la red eléctrica.
  • En la actualidad, presenta como principales desventajas la de que todavía hay pocos puntos de recarga, así como que el tiempo de recarga puede ser excesivo en ciertas circunstancias, y su precio aún elevado.

Vehículo eléctrico de autonomía extendida (Extended Range Electric Vehicle o EREV):

  • Se trata de un vehículo equivalente al BEV que se recargan gracias a la red eléctrica, pero que además incorpora un pequeño motor de combustión que recarga la batería pero que no propulsa el vehículo.
  • Por lo tanto, la propulsión sigue siendo totalmente eléctrica.

Vehículo híbrido Eléctrico (Hybrid Electric Vehicle o HEV):

  • Son los llamados “híbridos convencionales” o “híbridos enchufables”.
  • En la actualidad, son los vehículos más extendidos entre los vehículos alternativos.
  • El motor de combustión sigue siendo protagonista. No obstante, cuentan con motores eléctricos que ofrece apoyo en ciertos momentos de la conducción.
  • Donde más se nota el ahorro de consumo de combustible es en la circulación urbana.

Vehículo híbrido eléctrico enchufable (Plug-in Hybrid Electric Vehicle o PHEV):

  • Al igual que el anterior, el motor de combustión sigue siendo el protagonista. No obstante, el motor eléctrico cuenta con una mayor potencia y capacidad al poder recargarse en la red eléctrica.
  • El motor eléctrico, además de asistir al vehículo en determinadas circunstancias, puede mover el mismo por sí solo y otorga una mayor autonomía eléctrica.

Vehículo semihíbrido eléctrico (Mild Hybrid Electric Vehicle o MHEV):

  • Conocidos también como microhíbridos, híbridos parciales o de hibridación leve.
  • Tienen un motor de combustión tradicional combinado con un sistema auxiliar eléctrico que ayuda a la propulsión para realizar diferentes tareas en el vehículo.

Vehículos que utilizan gas natural.

El gas natural, aun siendo un combustible fósil que también es fuente de emisiones contaminantes, es una alternativa más sostenible que los combustibles tradicionales derivados del petróleo. El hecho es que, sin ser totalmente limpio, es el combustible fósil que menos contamina.

Se tiene:

  • Gas natural comprimido (GNC). Gas natural que se almacena a grandes presiones. Es el idóneo para vehículos ligeros, camiones y autobuses.
  • Gas natural licuado (GNL). Gas natural procesado para ser transportado en estado líquido a baja temperatura. Es idóneo para camiones de largo recorrido.

Se tienen una serie de ventajas en estos tipos de vehículo que utilizan el gas natural:

  • El proceso y el tiempo de carga es similar al de la carga en vehículos que utilizan combustibles fósiles tradicionales.
  • Los motores que utilizan gas natural emiten menor ruido y vibraciones.
  • Es más económico.
  • Supone una reducción de emisiones contaminantes (CO2, óxidos de nitrógeno y partículas).
  • No se emite dióxido de azufre.
  • El combustible no contiene plomo ni trazas de metales pesados.

Se pueden consultar aquí las estaciones de repostaje de gas natural en funcionamiento y en proyecto en Andalucía a fecha de 1 de abril de 2022. Asimismo, el Ministerio para la Transición Ecológica dispone de un Geoportal con una herramienta para localizar todas las estaciones de servicio, tanto de GNC como de GNL.

Vehículos que utilizan biocombustibles.

Dentro de los denominados biocombustibles se encuentran los combustibles líquidos o gaseosos de origen renovable procedentes de biomasa, que se utilizan, bien sustituyendo total o parcialmente al combustible convencional, bien como aditivo de estos.

Dentro de los diferentes tipos de biocombustibles, se pueden encontrar, básicamente:

  • Biodiésel: producidos a partir de aceites y grasas de origen vegetal y animal indicado para su utilización por vehículos de motores diésel convencionales.
  • Bioetanol: se trata de un alcohol de origen vegetal indicado para su utilización en motores de gasolina.

Actualmente, estos biocombustibles se encuentran ya mezclados o en forma de aditivos en la gasolina y el diésel que se reposta. Las mezclas más utilizadas son B10, B20 y B30 (para el biodiésel); y E5, E10 y E85 (para el bioetanol):

  • La letra B y E significan, respectivamente, biodiésel y bioetanol.
  • El número indica el porcentaje de biodiésel o bioetanol presente en la mezcla.

De manera más específica, entre otros, se cuenta con una serie de biocombustibles:

  • El biodiésel se puede usar en los motores en estado puro o mezclado con gasóleo, sin necesidad de modificar el vehículo.
  • El HVO o hidrobiodiésel se puede usar en motores diésel convencionales (puro o mezclado con gasóleo convencional).
  • El bioetanol está indicado para motores de gasolina, como aditivo o mezcla directa con la gasolina, pudiendo ser utilizado en mayores proporciones (hasta un 85 %) solo en vehículos con la llamada tecnología flexifuel.
  • Otros como el bio-ETBE, el biometano, combustibles sostenibles utilizados para la aviación, así como otros biocombustibles avanzados que utilizan como materias primas las microalgas, residuos agrícolas y selvícolas, estiércoles, etc.

Son varias las ventajas que supone el uso de estos biocombustibles, por ejemplo:

  • Se contribuye a reducir las emisiones de CO2, partículas nocivas y otros contaminantes.
  • Se trata de una fuente de energía renovable.
  • Se reduce el uso de los combustibles fósiles.

Puede consultar diversa documentación referente a los biocombustibles:

Vehículos que utilizan gases licuados del petróleo (GLP).

Los gases licuados del petróleo o GLP son mezclas de butano y propano obtenidos mediante el refino del petróleo o la purificación del gas natural durante su extracción.

Este combustible puede utilizarse en los vehículos con motor de gasolina con una transformación en el motor realizada en taller autorizado.

Como ventajas más relevantes de este tipo de combustible destacan:

  • Es más económico.
  • Se reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera.
  • Se reduce el ruido emitido.
  • La conducción es más suave. 

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Conducción eficiente.

Una forma de que las personas sean más sostenibles medioambientalmente hablando es a través de la conducción eficiente de sus vehículos. Todos son ventajas con una conducción eficiente:

  • Se aumenta la seguridad y la comodidad.
  • Se reduce el consumo de combustible.
  • Se emiten menos gases contaminantes.
  • Supone un ahorro económico, tanto en concepto de combustible, como de gastos de mantenimiento. 

Adoptando unas sencillas pautas de conducta a la hora de conducir, lograremos ser personas eficientes desde el punto de vista de la conducción de vehículos. Se destacan las siguientes:

  • En el arranque y puesta en marcha del vehículo:
  1. Arrancar el vehículo sin pisar el acelerador.
  2. En los vehículos de gasolina, es recomendable iniciar la marcha inmediatamente tras el arranque.
  3. En los vehículos diésel, es recomendable esperar unos segundos antes de iniciar la marcha.
  • Con respecto a la utilización de las marchas:
  1. Utilizar la primera marcha fundamentalmente para el arranque del vehículo e inicio de la marcha.
  2. Circulando con otras marchas más largas y a bajas revoluciones.
  • En cuanto a los cambios de las sucesivas marchas, hay que tener en cuenta que cuanta más larga sea la marcha que se esté utilizando menos combustible se consume. En este sentido, los cambios de marcha recomendados son los siguientes:
  1. En los vehículos de gasolina se debe cambiar de marcha cuando se alcancen entre 2.000 y 2.500 revoluciones por minuto.
  2. En los vehículos diésel se debe cambiar de marcha cuando se alcancen entre 1.500 y 2.000 revoluciones por minuto.
  3. El cambio a segunda velocidad debe hacerse a los 2 segundos de iniciada la marcha o tras recorrer 6 metros aproximadamente.
  4. El cambio a tercera velocidad debe hacerse a partir de que se alcancen los 30 kilómetros por hora de velocidad.
  5. El cambio a cuarta velocidad debe hacerse a partir de que se alcancen los 40 kilómetros por hora de velocidad.
  6. El cambio a quinta velocidad debe hacerse a partir de que se alcancen los 50 kilómetros por hora de velocidad.
  • Durante la circulación:
  1. Se recomienda mantener la velocidad lo más uniforme posible.
  2. Hay que evitar dar frenazos, acelerones y cambios de marchas que no sean estrictamente necesarios.
  • Cuando se vaya a desacelerar el vehículo:
  1. Hay que levantar el pie del acelerador, dejando que el vehículo ruede y sin reducir en ese momento la velocidad, frenando de manera suave y progresiva.
  2. Es recomendable reducir de marcha lo más tarde posible.
  • En la detención y en las paradas del vehículo:
  1. Siempre que sea posible, habría que detenerse sin reducir de manera previa la marcha.
  2. En las paradas de más de 1 minuto es recomendable apagar el motor.
  • Si se ha de subir una pendiente con el vehículo:
  1. Hay que utilizar la marcha lo más larga posible.
  2. Los cambios de marcha hay que hacerlos a unas revoluciones algo más altas que si se circulase en llano.
  • Si se ha de bajar una pendiente con el vehículo:
  1. Es recomendable levantar el pie del acelerador y aprovechar la inercia.
  2. Hay que recordar que, por el peligro que ello supone, en las bajadas no se debe dejar el motor del vehículo en punto muerto. En este caso, además, se incrementa el consumo.
  • Hay que recordar que, aproximadamente a una velocidad superior a 20 kilómetros por hora, si no se pisa el acelerador y con una marcha introducida, el consumo de carburante es nulo. Sin embargo, con el motor del vehículo en punto muerto (a ralentí), el coche está consumiendo combustible.
  • La anticipación y la previsión en la conducción son circunstancias que influyen igualmente en el consumo de combustible y en el nivel de emisiones a la atmósfera:
  1. Manteniendo una adecuada distancia de seguridad entre vehículos.
  2. Para poder anticipar posibles maniobras, levantando el pie del acelerador si se detectara un obstáculo o una reducción de velocidad en la vía.
  • Otros hábitos que pueden hacer variar el consumo de combustible y, por lo tanto, el nivel de emisiones generadas, son:
  1. Realizar la revisión periódica o mantenimiento anual de nuestro vehículo en un taller de confianza, y siempre que sea posible, adherido al Sistema Arbitral de Consumo. Es muy importante tener el motor en buenas condiciones y los diferentes filtros en buen estado.
  2. Es de vital importancia llevar siempre los neumáticos del vehículo con la presión adecuada de acuerdo con las especificaciones ofrecidas por el fabricante. Si se van a transportar cargas en el coche, los neumáticos deben ir con un aumento de presión siempre bajo las indicaciones del fabricante. Los datos adecuados de presión van indicados en la tapa del combustible o bien en el marco de la puerta.
  3. Circular a elevada velocidad hace multiplicar el consumo de combustible, así como aumenta el ruido producido por el vehículo.
  4. Los elementos exteriores al vehículo, por ejemplo, la baca portaequipajes cargada, ofrece una mayor resistencia al aire y, por lo tanto, hace aumentar el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. Por ello, no es recomendable, salvo que fuera estrictamente necesario, el transporte de objetos en el exterior del vehículo.
  5. Los elementos auxiliares del vehículo como el aire acondicionado conectado hacen aumentar el consumo de combustible
  6. Conducir el vehículo con las ventanillas bajadas, por ofrecer el vehículo una mayor resistencia al aire.
  7. El peso de los objetos transportados, así como el de sus ocupantes, influye sobre el consumo de combustible. Una mala distribución de la carga ofrece una mayor resistencia al aire y un aumento de la inseguridad en la circulación del vehículo. Si no disponemos de suficiente espacio en nuestro maletero y necesitamos transportar más carga, siempre es recomendable hacerlo en un portaobjetos cerrado y aerodinámico en el techo del vehículo, no disponiendo los bultos de manera aleatoria sujetos con cuerdas o pulpos. 

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Cómo pueden las personas usuarias hacer más sostenible la movilidad.

A continuación, se ofrecen una serie de pautas o hábitos que se pueden adoptar para hacer más sostenible y responsable la movilidad:

  • Siempre que se pueda, y teniéndose en cuenta las distancias implicadas, utilice el transporte público colectivo (tren, autobús, tranvía, metro, etc.).
  • En la medida de lo posible, en los trayectos cortos, vaya a pie, utilice medios de transporte sostenibles como bicicletas, patinetes, y similares:
  1. Hay que tener en cuenta que, dentro de las posibilidades, los desplazamientos de menos de 2 kilómetros pueden hacerse perfectamente andando.
  2. De igual forma, en bicicleta en torno a 5 o 6 kilómetros pueden hacerse invirtiendo unos 20 minutos.
  • Utilice, dentro de las posibilidades, medios de transporte eficientes alternativos a los convencionales, por ejemplo: vehículos eléctricos, propulsados con gas natural, biocombustibles, etc.
  • Adquiera vehículos que sean más eficientes desde el punto de vista del consumo de combustible y de las emisiones. Puede comprobar estos externos consultando, por un lado, la etiqueta sobre consumo de combustible y emisiones de CO2 y, por otro lado, el distintivo identificador de los vehículo en función de las emisiones
  • Comparta, siempre que sea posible, y en función de las circunstancias, el vehículo con otras personas usuarias con sus mismas necesidades.
  • Cuando maneje un vehículo, aplique hábitos de conducción eficiente.
  • Realice preferentemente sus compras en establecimientos cercanos a su domicilio. De esta forma evitará la contaminación en el transporte de las mercancías si realiza la compra en establecimientos ubicados en otras regiones o, incluso, otros países.
  • Antes de adquirir nuevos productos, valore la opción de la reutilización, la reparación y, en su caso, la donación de los productos antiguos.

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Fuente
IDAE, Agencia Andaluza de la Energía, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
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