Los residuos domésticos

Los residuos domésticos constituyen un importante porcentaje del total de residuos y desechos que se generan. Su elevado impacto en el medioambiente hace que su correcta gestión y tratamiento sea de suma importancia.

AVISO IMPORTANTE SOBRE LAS MEDIDAS IMPULSADAS ANTE LA EXPANSIÓN DEL CORONAVIRUS COVID-19

Ante la expansión del coronavirus COVID-19, y teniendo en consideración lo indicado en la Orden SND/271/2020, de 19 de marzo, por la que se establecen instrucciones sobre gestión de residuos en la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 (modificada por la Orden SND/440/2020, de 23 de mayo y la Orden SND/445/2020, de 26 de mayo), la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha elaborado un documento a modo de infografía sobre Directrices para el manejo de residuos en el hogar, acciones frente al covid-19. En dichas directrices se diferencia la forma de proceder con los residuos, por un lado, en los supuestos de hogares con casos positivos o en cuarentena y, por otro lado, en los supuestos de hogares sin casos positivos o en cuarentena.

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Según su procedencia, existen diferentes tipos de residuos: industriales, comerciales, agrícolas y domésticos. Estos últimos son residuos no peligrosos que se generan en las viviendas como consecuencia de actividades domésticas. Se incluyen: las basuras orgánicas, vidrios, envases, papel-cartón, electrodomésticos viejos o estropeados, muebles y enseres, aparatos eléctricos y electrónicos, ropa usada, pilas, escombros de obras menores, etc. Dentro del concepto de residuos domésticos, también pueden incluirse:

  • Los que se producen en comercios, oficinas, industrias, administraciones públicas, establecimientos de restauración, etc., que sean similares a los producidos en los hogares.
  • Los que procedan de la limpieza de las vías públicas, parques y jardines o zonas recreativas, así como vehículos abandonados u otros elementos abandonados en la vía pública. 

 

ÍNDICE DE CONTENIDOS.

  1. Qué se puede hacer
  2. Algunas buenas prácticas relacionadas con los residuos domésticos
  1. Los biorresiduos
  2. Los envases ligeros
  3. El papel y el cartón
  4. El vidrio
  5. Los aparatos eléctricos y electrónicos
  6. Pilas y baterías
  7. Textil y calzado
  8. Medicamentos usados
  9. Aceites usados
  10. La fracción resto
  11. Objetos voluminosos como muebles, enseres, maderas, chatarra, etc.
  12. Neumáticos
  13. Vehículos que llegan al final de su vida útil
  14. Escombros y residuos de construcción y demolición
  15. Residuos peligrosos
  1. Biorresiduos
  2. Envases ligeros
  3. Papel y cartón
  4. Vidrio
  5. Aparatos eléctricos y electrónicos
  6. Pilas y baterías
  7. Textil y el calzado
  8. Medicamentos usados
  9. Aceites usados
  1. Los objetivos de prevención de residuos
  2. Medidas de prevención de residuos
  1. Obligaciones de la entidad productora del producto
  1. Obligaciones de las empresas o entidades que realicen actividades de recogida de residuos con carácter profesional
  2. Obligaciones de las entidades o empresas que transporten residuos con carácter profesional
  3. Obligaciones de las entidades o empresas que realicen una actividad de tratamiento de residuos
  4. Obligaciones de las entidades o empresas gestoras de residuos
  5. Recogida separada de residuos
  6. Preparación para la reutilización, reciclado y valorización 

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Problemática de la generación de residuos.

La generación continua y en aumento de residuos por parte de la población causa una serie de perjuicios o problemas a varios niveles:

  • A nivel medioambiental: contaminación de los suelos, agua y atmósfera; impacto ambiental; alteración de la vida de las especies; explotación de recursos naturales de manera insostenible; aumento de la erosión con el consiguiente incremento del riesgo de incendios; enfermedades en las personas y animales; generación de sustancias tóxicas que, en muchos casos, tienden a acumularse en los organismos vivos; potenciación del cambio climático; etc.
  • A nivel social y económico: contaminación ambiental asociada a un aumento de la pobreza; aumento de las inversiones y del gasto para descontaminación y gestión de los residuos; pérdida de valor de los suelos; etc.
  • A nivel sanitario: aparición de enfermedades y plagas asociadas a la contaminación por residuos. 

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Qué se puede hacer.

Ante la continua generación de residuos, se puede responder poniendo en práctica una serie de acciones de prevención y correctoras: las conocidas palabras que empiezan por “R” que fomentan la llamada economía circular. En este modelo el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en el ciclo económico durante el mayor tiempo posible y se reduce al mínimo la generación de residuos.

Estas acciones que empiezan por “R” son, entre otras: la Reflexión en el consumo, la Reducción en la generación de residuos, la Reutilización de los productos y/o de los residuos, la Reparación de los productos, la Recuperación de los productos, el Reciclado de los residuos, el Rediseño de los productos y, el Rechazo de productos considerados insostenibles. 

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Algunas buenas prácticas relacionadas con los residuos domésticos.

Algunas de las pautas generales y básicas que se pueden poner en marcha para reducir la generación de residuos, así como para gestionar adecuadamente los que se produzcan, son las siguientes:

  • Tener en cuenta que todo acto de consumo implica, en mayor o menor medida, la generación posterior de residuos y aplicar la regla de las palabras que empiezan por “R”: Reflexión, Reducción, Reutilización, Reparación, Recuperación, Reciclado y Rechazo.
  • Realizar en casa una correcta y adecuada separación de residuos, diferenciándolos según su tipología: materia orgánica, envases, vidrio, papel y cartón. También se deben separar adecuadamente otro tipo de residuos como: productos farmacéuticos, pilas y baterías, restos de obra o escombros, aceites de cocina y aparatos eléctricos y electrónicos.
  • Depositar cada tipo de residuo en el lugar adecuado: contenedor gris para la materia orgánica, amarillos para los envases, verdes para el vidrio y azul para el papel y el cartón, así como puntos limpios para otros materiales.
  • Tener en cuenta si existe un horario específico establecido por el Ayuntamiento para el depósito de los residuos en su contendor correspondiente (sobre todo en el caso de la materia orgánica).
  • Los residuos destinados a los puntos limpios no deben ser abandonados en los contenedores en la vía pública. Es importante recopilarlos y cuando se disponga de una cantidad adecuada de los mismos trasladarlos al punto limpio en un solo desplazamiento. 

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La gestión adecuada de los residuos domésticos

De acuerdo con la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los residuos domésticos se dividen en diferentes fracciones cuyo correcto tratamiento o gestión es de suma importancia. Para que dicho tratamiento sea adecuado, es igualmente importante que las personas separen adecuadamente en origen dichos residuos en las llamadas fracciones.

Las diferentes fracciones de los residuos domésticos son: la materia orgánica o biorresiduos, los envases ligeros; el papel – cartón, el vidrio, los aparatos eléctricos y electrónicos, las pilas y baterías, el textil, los medicamentos, los aceites domésticos, la denominada fracción resto (textil sanitario, productos de aseo, productos de limpieza doméstica, colillas y ceniza de cigarrillos, vajilla, etc.), residuos voluminosos (muebles y enseres, madera, chatarra, etc.), neumáticosvehículos fuera de usotierras y escombros, y residuos peligrosos.

La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, habla de residuos domésticos al referirse a residuos peligrosos o no peligrosos generados en los hogares como consecuencia de las actividades domésticas. Se consideran también residuos domésticos:

  • Los similares en composición y cantidad a los domésticos propiamente dichos generados en servicios e industrias, que no se generen como consecuencia de la actividad propia de tales actividades.
  • Los residuos que se generan en los hogares de, entre otros, aceites de cocina usados, aparatos eléctricos y electrónicos, textil, pilas, acumuladores, muebles, enseres y colchones, así como los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria.
  • Los residuos procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas, los animales domésticos muertos y los vehículos abandonados. 

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Los biorresiduos.

Son los relacionados con los alimentos y sus restos, incluyendo alimentos en mal estado o caducados. Se producen en la cocina de los domicilios, pero también en otros espacios como comercios de alimentación, establecimientos de restauración, comedores de centros escolares, fiestas, eventos, etc.

Normalmente estos restos se separan en las clásicas bolsas de basura de plástico, así como en bolsas compostables, siendo este último método el más deseable desde el punto de vista medioambiental, y se depositan en el contenedor de orgánicos de color gris:

  • En los contenedores de orgánicos de color gris se deben depositar: los restos biodegradables de alimentos, así como otros tipos de residuos: papel o cartón que estén manchados de grasas o aceites, restos de vegetales, tapones de corcho y serrín.
  • En los contenedores de orgánicos de color gris no se deben depositar: colillas, cenizas de cigarrillos o de chimeneas, productos textiles sanitarios como pañales, compresas, hilo dental, toallitas húmedas, así como residuos procedentes de curas como tiritas, vendas, gasas, algodón, etc.

En virtud de lo establecido por la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular sobre los biorresiduos:

  • Las entidades locales adoptarán las medidas necesarias para:
  1. La separación y el reciclado en origen de los biorresiduos mediante compostaje doméstico y comunitario, en especial en entidades locales con población inferior a 1.000 habitantes.
  2. O su recogida separada y posterior transporte y tratamiento en instalaciones específicas de reciclado, prioritariamente de compostaje y digestión anaerobia o una combinación de ambas, y que no se mezclen a lo largo del tratamiento con otros tipos de residuos diferentes.
  • Las entidades locales, si así lo establecieran las oportunas ordenanzas, podrán recoger conjuntamente con los biorresiduos, los residuos de envases y otros residuos de plástico compostable.
  • Cuando los biorresiduos se destinen a compostaje doméstico y comunitario, solo podrán tratarse conjuntamente con los mismo, los envases y otros residuos de plástico compostable que cumplan con los estándares europeos y nacionales de biodegradación a través de compostaje doméstico y comunitario.
  • Se define como biorresiduo:
  1. El residuo biodegradable vegetal de hogares, jardines, parques y del sector servicios.
  2. Los residuos alimentarios y de cocina procedentes de hogares, oficinas, restaurantes, mayoristas, comedores, servicios de restauración colectiva y establecimientos de consumo al por menor, entre otros.
  3. Residuos comparables procedentes de plantas de transformación de alimentos.
  • Se entiende por compost, el material orgánico higienizado y estabilizado obtenido a partir del tratamiento controlado biológico aerobio y termófilo de residuos biodegradables recogidos separadamente. No se considera compost el material bioestabilizado. Se entiende por digerido, el material orgánico obtenido a partir del tratamiento biológico anaerobio de residuos biodegradables recogidos separadamente. No se considera digerido el material bioestabilizado. 

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Los envases ligeros.

Fundamentalmente constituidos por botellas y botes de plástico, papel film, latas, briks, cartón para bebidas y otros envases que se generan en domicilios, actividades comerciales, edificios públicos y en eventos o fiestas, y que se depositan en el contenedor amarillo para su correcta gestión..

  • Se deben depositar en el contenedor amarillo: botellas de plástico, latas de conserva, latas de aluminio, tapas y tapones de plástico, tapas de frascos, chapas, bandejas de aluminio, papel film, aerosoles, desodorantes, bolsas de plástico (salvo las de basura), briks de bebidas, bandejas de corcho blanco, tarrinas y tapas de yogur. Para ser depositados en dicho contenedor, es recomendable: que los envases estén vacíos, limpios y plegados; quitar los tapones de las botellas y echarlos separadamente, y que los envases y las bolsas que lo contengan vayan separados, no dejando nada fuera del contenedor.
  • No se deben depositar en el contenedor amarillo: los plásticos que no sean envases como los juguetes, las cintas de vídeo o de audio, las tuberías, cepillos de dientes, biberones, utensilios de cocina, cubos de plástico, fiambreras, cápsulas de aluminio de café, moldes de silicona de cocina, macetas de plástico, etc. Tampoco deberá depositarse en ellos ropa, vidrio o papel-cartón. 

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El papel y el cartón.

El papel y el cartón han de depositarse en el contenedor azul.

  • Se deben depositar en el contendor azul: envases y cajas de papel y cartón, bolsas de papel, papel de uso habitual, periódicos, revistas y libros. Es recomendable que los envases vayan plegados, evitando los elementos que no sean de papel como grapas, portadas de plástico, no dejando nada fuera del contenedor y no depositando las bolsas de plástico en la que se pudieran transportar el papel y el cartón.
  • No se deben depositar en el contenedor azul: los briks, pañales, compresas, desechos diarios como servilletas, pañuelos o papeles sucios, así como cartón y papel manchados de grasas o aceites. 

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El vidrio.

El vidrio se utiliza para envases, botellas, frascos, tarros, etc., que irán destinados al contenedor verde.

  • Se deben depositar en el contenedor verde: las botellas de vidrio (de vino, cerveza, etc.), los frascos de vidrio (de perfumes, colonias, etc.), así como los tarros de alimentos (mermeladas, aceitunas, etc.). En este contenedor se deberán depositar los envases vacíos y limpios, sin tapas, corchos ni tapones, sin las bolsas utilizadas para transportarlos y sin dejar nada fuera del contenedor.
  • No se deben depositar en el contenedor verde: los objetos de cristal como la vajilla, bombillas, tubos fluorescentes, espejos, ventanas, cerámicas, porcelanas, ladrillos, piedras, jarrones, tapas o tapones (que van al contenedor amarillo, yendo los de corcho al contenedor de orgánico). 

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Los aparatos eléctricos y electrónicos.

Se incluyen dentro de este tipo de aparatos: electrodomésticos, equipos de aire acondicionado y climatización, pantallas y televisores, ordenadores, impresoras, lámparas fluorescentes, lámparas led, equipos musicales, radios, videocámaras, equipos de telefonía, equipos gps, calculadoras, paneles fotovoltaicos, relojes, instrumentos musicales, etc.

Se trata de productos que poseen componentes de muy diverso tipo, como metales, plásticos, vidrios, etc. Y que pueden incluir otros tipo de sustancia como cobre, mercurio, estaño, cadmio, arsénico, fósforo, metales preciosos, plomo, cobalto, así como gases que afectan a la capa de ozono como son los clorofluorocarburos (CFC) o hidroclorofluorocarburos (HCFC). Como regla general, se deberán trasladar estos aparatos y productos a los denominados puntos limpios

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Pilas y baterías.

Dentro de este tipo de productos se pueden encontrar, entre otras: las pilas estándar, las pilas de botón, las baterías portátiles, las pilas y baterías de automoción e industriales. Dichos productos deben ser separados de origen y ser entregados en los puntos limpios. En el caso de las pilas pequeñas, suele haber contenedores pequeños para su depósito localizados en los establecimientos comerciales y especializados. 

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Textil y calzado.

La ropa, los zapatos y los productos textiles del hogar, una vez finalizados su periodo de uso, se convierten en residuos que hay que gestionar. Para ello, se pueden trasladar a los puntos limpios o depositarlos en contenedores autorizados ubicados al efecto en la vía pública. No obstante, si los artículos pudieran ser reutilizados de nuevo es recomendable su entrega a entidades benéficas de forma que otras personas puedan aprovecharlos. 

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Medicamentos usados.

Dentro del concepto de medicamentos usados se incluyen los sobrantes o caducados y sus envases (vacíos o no) como blísteres, frascos, ampollas, tubos o cajas, así como envases externos y los prospectos. Todos estos productos han de ser gestionados mediante su traslado a los denominados puntos sigre que se encuentran en las farmacias para su recicladoNo se pueden llevar a tales contenedores productos como gasas, prótesis, agujas, radiografías, termómetros, pilas ni productos químicos o reactivos de laboratorio.

En virtud de lo establecido por la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular sobre los residuos de medicamentos:

  • Estos deben ser entregados y recogidos con sus envases a través de los mismos canales utilizados para su distribución y venta al público.
  • En el caso de que los medicamentos sean entregados a través de los centros de salud u hospitales, sus residuos se entregarán y recogerán en estos centros. 

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Aceites usados.

Por un lado están los aceites usados en automoción que deben ser gestionados, junto a otros componentes contaminados resultantes de la operación de mantenimiento del vehículo, por el establecimiento donde se lleve a cabo tal mantenimiento. Estos pueden también ser admitidos en los puntos limpios con limitaciones de cantidad. Estos aceites no podrán depositarse junto a los aceites usados procedentes de actividades domésticas.

Por otro lado, los aceites usados de cocina o de origen domiciliario, que no deben desecharse nunca a través de fregaderos, inodoros o en otros elementos de la red pública de saneamiento, ya que pueden provocar atascos, altos costes en los procesos de depuración de las aguas residuales y, en definitiva, contaminación de aguas, ríos y lagos. Estos restos de aceite pueden ser trasladados a los puntos limpios o a sistemas de recogidas en contenedores específicos autorizados instalados para tal fin en la vía pública.

En virtud de lo establecido por la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular sobre los aceites usados:

  • La gestión de los aceites usados deberá cumplir las siguientes condiciones:
  • Se recogerán por separado, salvo que la recogida separada no sea técnicamente viable.
  • Se tratarán dando prioridad a la regeneración o, de forma alternativa, a otras operaciones de reciclado.
  • Los de diferentes características no se mezclarán, ni los aceites usados se mezclarán con otros tipos de residuos o sustancias, si dicha mezcla impide su regeneración u otra operación de reciclado.
  • Se entiende por aceite de cocina usado, el residuo de grasas de origen vegetal y animal que se genera tras ser utilizado en el cocinado de alimentos en el ámbito doméstico, centros e instituciones, hostelería, restauración y análogos.
  • Se entiende por aceites usados, todos los aceites industriales o de lubricación, de origen mineral, natural o sintético, que hayan dejado de ser aptos para el uso originalmente previsto, como los aceites usados de motores de combustión y los aceites de cajas de cambio, los aceites lubricantes, los aceites para turbinas y los aceites hidráulicos, excluidos los aceites de concina usados.  

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La fracción resto.

Tras la realización de la separación selectiva (disposición de los residuos en diferentes contenedores para facilitar su posterior recogida y tratamiento) queda una fracción de residuos de origen doméstico. Normalmente estos residuos vienen a ser depositados en el contenedor gris (contenedor de materia orgánica más fracción resto). No obstante, hay lugares donde ya se han implementado contenedores específicos para esta nada desdeñable fracción resto.

Esta fracción contiene, entre otros, una serie de materiales:

  • Residuos procedentes de la limpieza doméstica como polvo de barrer y bolsas de aspiradoras.
  • Material de vajilla (platos, vasos, tazas), así como elementos de cerámica o porcelana.
  • Colillas de cigarros y sus cenizas.
  • Restos de chimeneas o estufas.
  • Material textil sanitario: pañales, compresas, tampones, bastoncillo de oídos, toallitas húmedas, hilo dental, etc.
  • Material de curas domésticas: vendas, gasas, algodón, tiritas, esparadrapos, etc.
  • Preservativos, cepillos de dientes, cuchillas de afeitar, y objetos similares. 

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Objetos voluminosos como muebles, enseres, maderas, chatarra, etc.

Los muebles o enseres voluminosos que, por su estado, ya no sean de utilidad se pueden gestionar de diversa forma, por ejemplo, a través de: puntos limpios, sistemas de recogida municipales en lugares y momentos específicos en la vía pública, o recogida por entidades de interés social para su reutilización. Las maderas se podrían asimilar a la recogida de muebles, y podrían tratarse también en los puntos limpios. Las chatarras procedentes de actividades domésticas se pueden gestionar, igualmente, a través de los puntos limpios. 

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Neumáticos.

Una vez que los neumáticos se convierten en residuo (cuando se procede a su sustitución por unos nuevos o bien porque el vehículo ha llegado al final de su vida útil) han de ser correctamente gestionados a través de su depósito en los puntos limpios, o directamente a través del canal de recogida específico que disponen los propios talleres de reparación

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Vehículos que llegan al final de su vida útil.

Cuando los vehículos llegan al final de su vida útil deben ser adecuadamente gestionados mediante su traslado a los oportunos Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos o CATV (desguaces). Los propios concesionarios, al adquirirse un vehículo nuevo, disponen del servicio de depósito de los vehículos fuera de uso para su posterior traslado al correspondiente centro para su tratamiento. 

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Escombros y residuos de construcción y demolición. 

En el ámbito doméstico consisten, especialmente, en restos procedentes de pequeñas obras y reformas en los hogares, comercios y otras instalaciones equiparables. Son, por ejemplo, restos de azulejos, yesos, ladrillos, mezclados con cables, tuberías, tubos, maderas, plásticos, etc. La separación de estos residuos, del resto de residuos domésticos, es muy importante para su posterior traslado a los puntos limpios.

En virtud de lo establecido por la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular sobre los residuos de construcción y demolición:

  • En las obras de demolición deberán retirarse prohibiendo su mezcla con otros residuos, y manejarse de manera segura las sustancias peligrosas, en particular, el amianto.
  • A partir del 1 de junio de 2022, los residuos de la construcción y demolición no peligrosos deberán ser clasificados en, al menos, las siguientes fracciones:
  1. Madera.
  2. Fracciones de minerales (hormigón, ladrillos, azulejos, cerámica y piedra).
  3. Metales.
  4. Vidrio.
  5. Plástico.
  6. Yeso.
  • Asimismo, se clasificarán aquellos elementos susceptibles de ser reutilizados tales como: tejas, sanitarios o elementos estructurales. Esta clasificación se realizará de forma preferente en el lugar de generación de los residuos.
  • La demolición se llevará a cabo preferiblemente de forma selectiva, y con carácter obligatorio a partir del 1 de enero de 2024, garantizando la retirada de, al menos, las fracciones de materiales indicadas anteriormente.
  • En cuanto a lo establecido para las instalaciones y emplazamientos con amianto:
  1. En el plazo de 1 año (contado desde el 10 de abril de 2022), los ayuntamientos deberán elaborar un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto, incluyendo un calendario que planifique su retirada.
  2. Tanto el censo como el calendario tendrán carácter público y serán remitidos a las autoridades sanitarias, medioambientales y laborales de las Comunidades Autónomas, que deberán proceder a la oportuna inspección.
  3. La retirada priorizará las instalaciones y emplazamientos atendiendo a su grado de peligrosidad y exposición a la población más vulnerable.
  4. En todo caso, las instalaciones o emplazamientos de carácter público con mayor riesgo deberán estar gestionadas antes de 2028

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Residuos peligrosos.

A nivel doméstico pueden detectarse una serie de productos en cuya composición entran a formar parte sustancias consideradas como peligrosas, destacando: pinturas, barnices, adhesivos, productos de limpieza, insecticidas, pesticidas, cartuchos de impresoras, radiografías, material de fotografía, así como, aceites de automoción, baterías, pilas, fluorescentes, bombillas, los envases que contengan sustancias consideradas peligrosas, etc. Estos productos han de ser trasladados al oportuno punto limpio

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La minimización de la producción de residuos domésticos

La ciudadanía, las empresas, así como las administraciones públicas y la clase política, juegan un papel imprescindible en ofrecer soluciones a la generación de residuos aplicando las denominadas acciones que empiezan por “R”: la Reflexión en el consumo, la Reducción en la generación de residuos, la Reutilización de los productos y/o de los residuos, la Reparación de los productos, la Recuperación de los productos, el Reciclado de los residuos, el Rediseño de los productos y el Rechazo de productos considerados insostenibles.

La prevención en la generación de residuos trata de reducir la cantidad de los mismos (por ejemplo reutilizándolos o alargando la vida de los productos), así como de reducir los efectos negativos sobre el medioambiente y la salud. En todo caso, los residuos que no se puedan reducir y que, inevitablemente, haya que desechar se deberán depositar en el lugar adecuado para su correcto tratamiento. A continuación, se ofrecen pautas para lograr reducir los distintos tipos de residuos domésticos: 

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Biorresiduos. 

El consumo de productos alimenticios da como resultado inevitable la producción de biorresiduos (restos de comida, alimentos que caducan, comida que se estropea). Adoptar pautas correctas de consumo responsable de alimentos contribuye a reducir los residuos generados:

  • Hacer la compra de alimentos con cabeza, para evitar adquirir más productos de los que sean necesarios. Para ello, conviene elaborar listas de la compra, conservar adecuadamente los alimentos en el hogar (por ejemplo congelándolos), revisar las fechas de caducidad y consumo preferente de los alimentos, etc.
  • Aprovechar los restos de comida, siempre que sea posible, para evitar su desperdicio, tanto en el hogar, como en otros espacios como restaurantes, hospitales, centros educativos, etc.
  • Los comercios deben hacer una correcta gestión de los stocks que presentan.
  • Las cantidades sobrantes de alimentos que todavía pueden ser aprovechados y están en adecuadas condiciones de consumo, pueden ser derivadas a iniciativas sociales como, por ejemplo, los Bancos de Alimentos o comedores sociales.

También se producen biorresiduos derivados de la limpieza y mantenimiento de parques y zonas ajardinadas. Para evitar la excesiva producción de residuos que después haya que gestionar, se pueden emplear técnicas de planificación en jardinería como recurrir a plantas de crecimiento lento, utilizar vegetación que se sepa que producen menos residuos, etc. 

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Envases ligeros. 

La generación de este tipo de residuos se ha visto incrementada con los cambios en los hábitos de consumo con respecto a la utilización de envases pasando de los envases reutilizables a los desechables de muy corta vida útil. Para minimizar su impacto se pueden seguir algunas sencillas pautas:

  • Evitar adquirir productos que se comercialicen sobreenvasados. Son los casos en los que el producto venga envasado y a su vez todos los productos envasados se recubran con otro envase.
  • Apostar, en su caso, por los productos a granel y los que no dispongan de envases individuales.
  • Sustituir las dañinas bolsas de plástico de un solo uso por bolsas reutilizables, cestas, capazos y similares. Se debe hacer extensible a las bolsitas de plástico que sirven para pesar, por ejemplo, la fruta y que después se desechan.
  • Utilizar un carro para realizar las compras, evitando así tener que utilizar bolsas para el transporte.
  • Siempre que sea posible, evitar el uso de botellas de plástico para el agua y utilizar en su lugar las de otros materiales más duraderos como el vidrio. Se puede beber agua del grifo en lugar de adquirir agua embotellada.
  • Al comer fuera de casa o realizar fiestas se debe evitar la utilización de materiales de plástico (platos, cubiertos, etc.) de un solo uso, y optar por utensilios reutilizables. 

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Papel y cartón. 

Para minimizar la generación de residuos de papel y cartón se pueden adoptar una serie de pautas de conducta, entre las que se encuentran las siguientes:

  • Reducir la compra de libros en papel y optar por libros en formato electrónico, que suelen ser además más económicos.
  • Imprimir lo mínimo posible y, a la hora de hacerlo, configurar la impresora para consumir el mínimo papel, por ejemplo imprimiendo a doble cara o varias caras en una misma página.
  • En la medida de lo posible, compartir o reutilizar los libros de texto de los centros educativos.
  • Utilizar papel reciclado.
  • Utilizar el servicio de préstamo de las bibliotecas públicas.
  • Reutilizar, siempre que sea posible, el papel utilizado (por ejemplo, el caso del papel de envolver regalos). 

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Vidrio. 

Gran parte de la reducción del vidrio como residuo pasa por su reutilización. Los tarros se pueden aprovechar para la conservación de alimentos, y las botellas y frascos pueden servir, además, como base para elaborar manualidades, elementos decorativos, etc. 

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Aparatos eléctricos y electrónicos. 

La reducción de los residuos generados por este tipo de productos y aparatos pasa por el alargamiento de la vida útil de los mismos, así como por poner coto a la denominada obsolescencia programada (la vida útil de un determinado producto viene dada de antemano por parte de la entidad que lo fabrica). Dicha obsolescencia puede deberse a varias causas, entre las que destacan: el diseño que envejece de manera predeterminada, la inadecuada funcionalidad de elementos de los mismos, falta de recambios a determinada fecha, etc.

Para reducir los residuos generados por este tipo de residuos se debe valorar en primer lugar si el aparato todavía puede ser utilizado y, en este caso, optar por la reutilización del mismo a través de los canales de venta de segunda mano, o de su entrega a entidades sociales sin ánimo de lucro. Si el aparato ya no funciona de manera correcta, se puede intentar reparar, y si ya fuera inservible ha de trasladarse a un punto limpio

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Pilas y baterías. 

Para reducir la generación de residuos de este tipo se puede optar en primer lugar por aparatos que funcionen con corriente eléctrica en lugar de pilas siempre que sea posible, y preferentemente aparatos que utilicen energía solar para su funcionamiento. En caso de necesitar el uso de pilas y baterías, optar por aquellas recargables en lugar de las de un solo uso. 

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Textil y el calzado. 

Para reducir los residuos de textil y calzado que se puedan generar se debe:

  • Reflexionar antes de comprar para adquirir únicamente la ropa y el calzado que realmente se necesite.
  • A la hora de asistir a eventos como bodas, bautizos, y similares, se puede optar por el alquiler de trajes y vestidos para la ocasión, al tratarse de prendas que tendrán probablemente, poco uso posterior.
  • Valorar comprar artículos de segunda mano o reutilizar los procedentes de familiares, amistades u otras personas conocidas.
  • Los productos que se ponen de moda suelen quedar obsoletos en poco tiempo, por lo que conviene limitar su compra. En su lugar, se puede apostar por la ropa y el calzado duradero, que no pase de moda rápidamente.
  • Leer atenta y cuidadosamente la etiqueta de los tejidos. En ella se recogen, por ejemplo, la forma de lavar, planchar, secar o tender de estos productos para su adecuada conservación, lo que alargará su vida útil.
  • Cuando ya no se vaya a utilizar ropa o calzado que siga en buenas condiciones, valorar su reutilización por parte de otras personas regalándolos o vendiéndolos en establecimientos de segunda mano o a través de Internet, o bien donándolos a entidades benéficas.
  • Reutilizar las prendas textiles dándoles otro uso diferente, por ejemplo, como trapos de cocina o de limpieza. 

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Medicamentos usados. 

La reducción en la producción de residuos de medicamentos pasa, ineludiblemente, por el consumo responsable de los mismos. En concreto:

  • Moderar el consumo de medicamentos, utilizándolos solo bajo prescripción médica y evitando la automedicación.
  • Antes de adquirir nuevos medicamentos, verificar las existencias de los mismos en el botiquín de casa, comprobando previamente su fecha de caducidad.
  • Seguir las prescripciones establecidas en el prospecto de las medicinas. 

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Aceites usados. 

La reducción de los residuos de aceites de cocina pasa, entre otras cosas, por implementar una dieta más saludable en la que primen el consumo de alimentos frescos y de temporada en detrimento de alimentos procesados o comidas fritas. 

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Medidas normativas de prevención de residuos.

La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, habla de prevención en materia de residuos al referirse al conjunto de medidas adoptadas en la fase de concepción, diseño, de producción, de distribución y de consumo de una sustancia, material o producto, para reducir:

  • La cantidad de residuo, incluso mediante la reutilización de los productos o el alargamiento de la vida útil de los mismos.
  • Los impactos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana de los residuos generados, incluyendo el ahorro en el uso de materiales o energía.
  • El contenidos de sustancias peligrosas en materiales y productos. 

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Los objetivos de prevención de residuos.

Las políticas de prevención de residuos pasan por lograr un objetivo de reducción en peso de los mismos, de acuerdo con el calendario siguiente:

  • En 2025, una reducción en peso de un 13 % respecto a los generados en 2010.
  • En 2030, una reducción en peso de un 15 % respecto a los generados en 2010. 

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Medidas de prevención de residuos.

Para prevenir la generación de residuos, deberán adoptarse una serie de medidas:

  • Promover y apoyar modelos de producción y de consumo sostenibles y circulares.
  • Fomentar el diseño, la fabricación y el uso de productos que sean eficientes en el uso de recursos, duraderos y fiables (también en términos de vida útil y ausencia de obsolescencia prematura), reparables, reutilizables y actualizables.
  • Identificar los productos que contengan materias primas fundamentales, a fin de prevenir que estas se conviertan en residuos.
  • Fomentar la reutilización de los productos y componentes de productos, entre otros, mediante donación, y la implantación de sistemas que promuevan actividades de reparación, reutilización y actualización, en particular para:
  1. Aparatos eléctricos y electrónicos.
  2. Pilas y acumuladores.
  3. Textiles y muebles.
  4. Envases y materiales.
  5. Productos de construcción.
  • Fomentar, cuando sea necesario, la disponibilidad de piezas de repuesto y herramientas necesarias, manuales de instrucciones, información técnica u otros instrumentos, equipos o programas informáticos que permitan reparar, reutilizar y actualizar productos sin poner en peligro su calidad y seguridad.
  • Reducir la generación de residuos en la producción industrial, en la fabricación, en la extracción de minerales y en la construcción y demolición.
  • La reducción de la generación de los residuos alimentarios en la producción primaria, en la transformación y la fabricación, en la venta minorista y otros tipos de distribución de alimentos, en restaurantes y servicios de comidas, así como en los hogares, de forma que se logre para 2030, respecto a 2030, como contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas:
  1. Una reducción del 50 % de los residuos alimentarios per cápita en el plano de la venta minorista y de las personas consumidoras.
  2. Una reducción del 20 % de las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
  • Fomentar la donación de alimentos y otros tipos de redistribución para consumo humano, priorizándolo frente a la alimentación animal y a la transformación en productos no alimenticios. Al objeto de dar cumplimiento a lo anterior, las empresas de producción primaria, las industrias alimentarias, y las empresas de distribución y de restauración colectiva deberán priorizar por este orden:
  1. La donación de alimentos y otros tipos de redistribución para consumo humano, o la transformación de los productos que no se han vendido pero que siguen siendo aptos para consumo.
  2. La alimentación animal y la fabricación de piensos.
  3. Su uso como subproductos en otra industria.
  4. En última instancia, ya como residuos, al reciclado y, en particular, a la obtención de compost y digerido de máxima calidad para su uso en los suelos, y, cuando esto no sea posible, a la obtención de combustibles
  • Fomentar la reducción del contenido de sustancias peligrosas en materiales y productos de acuerdo con los requisitos legales armonizados relativos a dichos materiales y productos establecidos a escala de la Unión Europea, evitando, en especial, la presencia de sustancias incluidas en el anexo XIV del Reglamento REACH o sustancias restringidas recogidas en su anexo XVII, y de los alteradores endocrinos. En particular, estará prohibida la utilización de ftalatos y bisfenol A en envases.
  • Reducir la generación de residuos, particularmente de los residuos que no son aptos para su preparación para reutilización o para su reciclado.
  • Identificar los productos que constituyen las principales fuentes de basura dispersa, especialmente en el entorno natural y marino y adoptar las medidas adecuadas para prevenir y reducir la basura dispersa procedente de esos productos.
  • Frenar la generación de basura dispersa en el medio marino como contribución al objetivo de desarrollo sostenible de Naciones Unidas consistente en prevenir y reducir considerablemente la contaminación marina de todo tipo. Con este fin, a partir de la entrada en vigor de esta norma, los Ayuntamientos podrán regular las limitaciones de:
  1. Liberar globos de forma intencionada
  2. Fumar en las playas.
  • Fomentar la reducción de la generación de residuos en el ámbito del comercio mediante la venta de productos a granel, la venta y el empleo de envases o dispositivos reutilizables, entre otros.
  • Al objeto de reducir el consumo de envases de un solo uso, las Administraciones Públicas fomentarán el consumo de agua potable en sus dependencias y otros espacios públicos, mediante el uso de fuentes en condiciones que garanticen la higiene y la seguridad alimentaria o el uso de envases reutilizables, entre otros, con independencia de que en los centros sanitarios se permita la comercialización en envases de un solo uso.
  • En los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a las personas consumidoras, clientela o personas usuarias de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento.
  • Para promover la prevención de envases de un solo uso, a más tardar el 1 de enero de 2023, los comercios minoristas de alimentación de superficie igual o mayor a 400 metros cuadrados destinarán, al menos el 20 % de su área de ventas a la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluida la venta a granel o mediante envases reutilizables.
  • Todos los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y bebidas, así como alimentos cocinados, deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables (bolsas, táperes, botellas, entre otros) adecuados a la naturaleza del producto y debidamente higienizados, siendo las personas consumidoras las responsables de su acondicionamiento. Tales recipientes podrán ser rechazados por la entidad comerciante para el oportuno servicio si están manifiestamente sucios o no son adecuados.
  • Queda prohibida la destrucción o su eliminación mediante depósito en vertedero de excedentes no vendidos de productos no perecederos tales como textiles, juguetes o aparatos eléctricos, entre otros, salvo que dichos productos deban destruirse conforme a otra normativa o por protección de la persona consumidora o por seguridad. Tales excedentes se destinarán:
  1. En primer lugar a canales de reutilización, incluyendo su donación.
  2. Cuando esto no sea posible, a la preparación para la reutilización, o a las siguientes opciones de la jerarquía de residuos, es decir, en este orden: al reciclado, a otro tipo de valorización, incluida la valorización energética y a la eliminación. 

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Medidas normativas de producción y posesión de los residuos.

La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, habla de:

  • Empresa o entidad poseedora de residuos, la productora de residuos u otra persona física o jurídica que esté en posesión de los mismos. Se considerará entidad poseedora de los residuos a la persona o entidad titular catastral de la parcela en la que se localicen residuos abandonados o basura dispersa, siendo responsable administrativa de dichos residuos, salvo en aquellos casos en los que sea posible identificar al autor o autora material del abandono o poseedora anterior.
  • Empresa o entidad productora de residuos, cualquier persona física o jurídica cuya actividad produzca residuos (entidad productora inicial de residuos) o cualquier persona que efectúe operaciones de tratamiento previo, de mezcla o de otro tipo que ocasionen un cambio de naturaleza o de composición de esos residuos.

La entidad o empresa productora inicial u otra entidad poseedora de los residuos, cuentan con las siguientes obligaciones que deberán ser acreditadas documentalmente:

  • Realizar el tratamiento de los residuos por sí mismo, siempre que disponga de la correspondiente autorización para llevar a cabo la operación de tratamiento.
  • Encargar el tratamiento de sus residuos a una persona o entidad negociante registrada o a una entidad gestora de residuos autorizada que realice operaciones de tratamiento.
  • Entregar los residuos a una entidad pública o privada de recogida de residuos, incluidas las entidades de economía social, para su tratamiento, siempre que estén registradas.

Asimismo:

  • Separar en origen los residuos domésticos y entregarlos del modo que establezcan las ordenanzas municipales.
  • En el caso de residuos comerciales no peligrosos (entendidos como los residuos generados por la actividad propia del comercio, al por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios) estas entidades deberán separar en origen los mismo y gestionarlos.
  • Disponer de una zona habilitada e identificada para el correcto almacenamiento de los residuos que reúna las condiciones adecuadas de higiene y seguridad mientras se encuentren en su poder. En el caso de almacenamiento de residuos peligrosos estos deberán estar protegidos de la intemperie y con sistemas de retención de vertidos y derrames.
  1. La duración máxima del almacenamiento de los residuos no peligrosos en el lugar de producción será inferior a 2 años cuando se destinen a valorización y a 1 año cuando se destinen a eliminación.
  2. En el caso de los residuos peligrosos, en ambos supuestos, la duración máxima será de 6 meses; en supuestos excepcionales, se podrá modificar tal plazo, ampliándolo como máximo otros 6 meses.

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Obligaciones de la entidad productora del producto.

Con la finalidad de promover la prevención y de mejorar la reutilización, el reciclado y la valorización de los residuos en general, las entidades productoras de los productos podrán ver ampliada su responsabilidad y ser obligadas a, entre otros aspectos:

  • Diseñar productos y componentes de productos de modo que a lo largo de todo su ciclo de vida se reduzca su impacto ambiental y la generación de residuos.
  • Aceptar la devolución de productos reutilizables, la entrega de los residuos generados tras el uso del producto, la asunción de la subsiguiente gestión de los residuos y la responsabilidad financiera de tales actividades.
  • Ofrecer información a las instalaciones de preparación para la reutilización sobre reparación y desguace y el resto de instalaciones de tratamiento para la correcta gestión de los residuos.
  • Ofrecer información fácilmente accesible al público sobre las características del producto relativas a la durabilidad, capacidad de reutilización, reparabilidad, reciclabilidad y contenido en materiales reciclados.
  • Establecer sistemas de depósito que garanticen la devolución de las cantidades depositadas y el retorno del producto para su reutilización o del residuo para su tratamiento.
  • Responsabilizarse total o parcialmente de la organización de la gestión de los residuos.
  • Utilizar materiales procedentes de residuos en la fabricación de productos.
  • Aumentar los periodos de garantía de los productos, tanto los nuevos como los reparados.
  • Cumplir las condiciones necesarias para garantizar el derecho a reparar de la persona consumidora.
  • Proporcionar información sobre las características del producto que permitan evaluar las posibles prácticas de obsolescencia programada.

En cuanto a la implantación del sistema complementario de depósito, devolución y retorno, la disposición adicional decimoséptima de la Ley 7/2022, de 8 de abril, establece que:

  • La entidad productora del producto que haga la primera puesta del mismo en el mercado estará obligada a cobrar a su clientela, hasta la persona consumidora final, una cantidad individualizada por cada envase que sea objeto de transacción, independientemente de la modalidad de venta, lo que incluirá la venta a distancia y mediante máquinas expendedoras. La cantidad no tendrá la consideración de precio ni estará sujeta, por tanto, a tributación alguna.
  • Las personas consumidoras tendrán derecho a recuperar el depósito una vez retornen el envase en los puntos de venta u otros puntos que puedan establecerse para su devolución. Cuando se devuelva en el punto de venta, las personas comerciantes están obligados a la devolución del depósito y a la aceptación de los envases.
  • Los establecimientos afectados que realicen ventas a la persona consumidora final estarán obligadas a informar a las personas consumidoras de forma clara y visible, mediante avisos claramente reconocibles y legibles, sobre la cuantía del depósito, diferenciándolo del precio del producto, y sobre la modalidad de devolución y de recuperación del depósito.
  • Los envases a los que se aplique este sistema irán marcados. 

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Medidas normativas de gestión de residuos.

La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, habla de gestión de residuos como la recogida, el transporte, la valorización y la eliminación de los residuos, incluida la clasificación y otras operaciones previas, así como la vigilancia de estas operaciones y el mantenimiento posterior al cierre de los vertederos. Se entiende por:

  • Recogida. La operación consistente en el acopio, la clasificación y almacenamiento iniciales de residuos, de manera profesional, con el objeto de transportarlos posteriormente a una instalación de tratamiento.
  • Transporte. La operación consistente en el movimiento de residuos de forma profesional por encargo de entidades terceras, llevada a cabo por empresas en el marco de su actividad profesional, sea o no su actividad principal.
  • Valorización. La operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales, que, de otro modo, se habrían utilizado para cumplir una función particular, o que el residuo sea preparado para cumplir esa función en la instalación o en la economía en general. En el anexo II de la Ley 7/2022, de 8 de abril, se recoge una lista no exhaustiva de operaciones de valorización.
  • Eliminación. La operación que no sea la valorización, incluso cuando la operación tenga como consecuencia secundaria el aprovechamiento de sustancias o materiales, siempre que estos no superen el 50 % en peso del residuo tratado, o el aprovechamiento de energía. En el anexo III de la Ley 7/2022, de 8 de abril, se recoge una lista no exhaustiva de operaciones de eliminación. 

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Obligaciones de las empresas o entidades que realicen actividades de recogida de residuos con carácter profesional.

  • Acopiar, clasificar y almacenar inicialmente en una instalación autorizada los residuos en las condiciones adecuadas conforme a lo previsto en su autorización y disponer de acreditación documental de tales operaciones.
  • Envasar y etiquetar los residuos conforme a la normativa vigente para su posterior transporte.
  • Entregar los residuos para su tratamiento a entidades o empresas autorizadas, y disponer de una acreditación documental de esta entrega, debiendo dar traslado de la misma a la entidad productora inicial u otra entidad poseedora de los residuos. 

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Obligaciones de las entidades o empresas que transporten residuos con carácter profesional.

  • Transportar, por encargo de la entidad operadora del traslado, los residuos desde la empresa productora inicial u otra entidad poseedora hasta la planta de tratamiento, disponiendo de una acreditación documental de la entrega.
  • Mantener los residuos separados e identificados durante su transporte y, en el caso de los residuos peligrosos, envasados y etiquetados. En ningún caso se admitirá la carga de envases que no se encuentren adecuadamente cerrados, o que presenten defectos en su etiquetado cuando este sea preceptivo. 

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Obligaciones de las entidades o empresas que realicen una actividad de tratamiento de residuos.

  • Efectuar las comprobaciones oportunas para proceder a la recepción y, en su caso, aceptación según lo establecido en el contrato de tratamiento.
  • Llevar a cabo el tratamiento de los residuos entregados conforme a lo previsto en su autorización y acreditarlo documentalmente.
  • Gestionar adecuadamente los residuos que produzcan como consecuencia de su actividad. 

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Obligaciones de las entidades o empresas gestoras de residuos.

  • Disponer de una zona habilitada e identificada para el correcto almacenamiento de los residuos que reúna las condiciones que fije su autorización. En el caso de almacenamiento de residuos peligrosos estos deberán estar protegidos de la intemperie y con sistemas de retención de vertidos y derrames:
  1. La duración máxima del almacenamiento de los residuos no peligrosos será inferior a 2 años cuando se destinen a valorización y a 1 año cuando se destinen a eliminación.
  2. En el caso de los residuos peligrosos, en ambos supuestos, la duración máxima será de 6 meses; en supuestos excepcionales, se podrá modificar este plazo, ampliándolo como máximo otros 6 meses.
  • Durante su almacenamiento, los residuos deberán permanecer identificados y, en el caso de los residuos peligrosos, además deberán estar envasados y etiquetados.
  • Constituir una fianza en el caso de los residuos peligrosos. Dicha fianza tendrá por objeto responder frente a la administración del cumplimiento de las obligaciones que se deriven del ejercicio de la actividad y de la autorización o comunicación.
  • Suscribir un seguro o constituir una garantía financiera equivalente cuando se realicen operaciones de tratamiento de residuos peligrosos para cubrir las responsabilidades que se deriven de tales operaciones. Dicha garantía, en las condiciones y con la suma que se determinen, deberá cubrir:
  1. Las indemnizaciones debidas por muerte, lesiones o enfermedad de las personas.
  2. Las indemnizaciones debidas por daños en las cosas.
  3. Los costes de reparación y recuperación del medio ambiente alterado.
  • No mezclar residuos peligrosos con otras categorías de residuos peligrosos ni con otros residuos, sustancias o materiales. La mezcla incluye la dilución de sustancias peligrosas. Se podrán permitir mezclas solo cuando:
  1. La operación de mezclado sea efectuada por una empresa autorizada.
  2. No se aumenten los impactos adversos de la gestión de los residuos sobre la salud humana y el medio ambiente.
  3. La operación se efectúe conforme a las mejores técnicas disponibles. 

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Recogida separada de residuos

La Ley 7/2022, de 8 de abril, habla de recogida separada de residuos cuando se refiere a la recogida en la que un flujo de residuos se mantiene por separado, según su tipo y naturaleza, para facilitar un tratamiento específico.

A los efectos de promoverse la preparación de los residuos para la reutilización, reciclado y valorización, con carácter general, estos se recogerán de manera separada y no se mezclarán con otros residuos o materiales de propiedades diferentes. Para los residuos recogidos de forma separada para su preparación para la reutilización y para su reciclado, se prohíbe:

  • La incineración, con o sin valorización energética.
  • El depósito en vertedero.

Para facilitar la preparación para la reutilización y el reciclado de alta calidad, se establecerá, por parte de las entidades locales, la recogida separada de, al menos, las siguientes fracciones de residuos:

  • El papel, los metales, el plástico y el vidrio.
  • Los biorresiduos de origen doméstico:
  1. Antes del 30 de junio de 2022 para las entidades locales con población superior a 5.000 habitantes.
  2. Antes del 31 de diciembre de 2023 para el resto de poblaciones.
  • Los residuos textiles antes del 31 de diciembre de 2024.
  • Los aceites de cocina usados antes del 31 de diciembre de 2024.
  • Los residuos domésticos peligrosos antes del 31 de diciembre de 2024.
  • Los residuos voluminosos (residuos de muebles y enseres) antes del 31 de diciembre de 2024.

En los modelos de recogida de las fracciones anteriores se deben priorizar los más eficientes como:

  • El puerta a puerta.
  • El uso de contenedores cerrados o inteligentes.

Para los residuos comerciales no gestionados por la entidad local, o de los residuos industriales, será también obligatoria la separación en origen y posterior recogida separada, en los mismos plazos que se establecen anteriormente. No obstante:

  • En el caso del aceite usado de cocina será obligatoria su recogida a partir del 30 de junio de 2022.
  • En el caso de biorresiduos comerciales o industriales, se deberán separar en origen sin mezcla con otros residuos para su correcto reciclado, antes del 30 de junio de 2022.

Para 2035, el porcentaje de residuos municipales recogidos separadamente será, como mínimo, del 50 % en peso del total de los residuos municipales generados.

No obstante todo lo anterior sobre recogida separada, se podrá exceptuar la obligación de tal recogida, cuando:

  • No afecta a su aptitud para la preparación para la reutilización, reciclado u otras opciones de valorización.
  • No proporciona el mejor resultado medioambiental.
  • No es técnicamente viable.
  • Implicara costes económicos desproporcionados.  

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Preparación para la reutilización, reciclado y valorización.

La Ley 7/2022, de 8 de abril, define la preparación para la reutilización como la operación de valorización consistente en la comprobación, limpieza o reparación, mediante la cual productos  o componentes de productos que se hayan convertido en residuos se preparan para que puedan reutilizarse sin ninguna otra transformación previa y dejen de ser considerados residuos.

Con el objeto de contribuir a una economía circular europea, se debe garantizar que se logran una serie de objetivos:

  • La cantidad de residuos domésticos y comerciales destinados a la preparación para la reutilización y el reciclado para las fracciones de papel, metales, vidrio, plástico, biorresiduos u otras fracciones reciclables deberá alcanzar, en conjunto, como mínimo el 50 % en peso.
  • La cantidad de residuos no peligrosos de construcción y demolición destinados a la preparación para la reutilización, el reciclado y otra valorización de materiales, incluidas las operaciones de relleno, deberá alcanzar como mínimo el 70% en peso de los producidos.
  • Para 2025, se aumentará la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 55% en peso.
  1. Al menos un 5% en peso respecto al total corresponderá a la preparación para la reutilización, fundamentalmente de residuos textiles, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización.
  • Para 2030, se aumentará la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 60% en peso.
  1. Al menos un 10% en peso respecto al total corresponderá a la preparación para la reutilización, fundamentalmente de residuos textiles, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización.
  • Para 2035, se aumentará la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 65% en peso.
  1. ​Al menos un 15% en peso respecto al total corresponderá a la preparación para la reutilización, fundamentalmente de residuos textiles, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización.

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Si necesita información en materia de consumo no dude en contactar con nosotros. Le recordamos que estamos a su disposición de forma gratuita a través del número de teléfono 900 21 50 80, del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es, en horario de atención de 8 a 20 horas de lunes a viernes y de 8 a 15 horas los sábados (salvo festivos), así como en nuestros perfiles de redes sociales o a través de esta misma página Web. Y si prefiere un servicio de atención presencial, puede acercarse a alguno de los Servicios Provinciales de Consumo, presentes en todas las capitales de provincia andaluzas.

Para ampliar la información sobre los residuos puede consultar, igualmente, la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como la de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

 

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